La Guardia Civil ha identificado e investiga a un joven ciberdelincuente, vecino de Las Cabezas de San Juan (Sevilla), dedicado a la comisión de hechos delictivos mediante el uso de nuevas tecnologías con los que ha llegado a estafar un total de 12.000 euros a sus víctimas.
La investigación ha permitido el esclarecimiento de 27 delitos de estafa bancaria a través de internet y 28 delitos de usurpación de estado civil, hechos delictivos cometidos en todo el país.
Para dificultar su identificación el ciberdelincuente investigado empleaba documentación de víctimas a las que estafaba previamente obteniendo así su documentación personal que empleaba para posteriores estafas.
Han sido los agentes pertenecientes al Equipo de Patrimonio de Unidad Orgánica de Policía Judicial de Sevilla los que iniciaron la investigación a principios del año 2020, cuando se detecta el aumento de los delitos de estafa bancaria a través de Internet.
En las pesquisas observan una serie de ilícitos que coinciden con un mismo patrón delictivo, existiendo víctimas en distintos puntos de la geografía nacional.
La Guardia Civil averigua que los mismos hechos pudieran haber sido cometidos por una misma persona residente en la localidad de Las Cabezas de San Juan.
El modus operandi utilizado por el autor de los hechos es prácticamente el mismo, primero lleva a cabo la publicación de distintos anuncios en páginas de Internet dedicadas a la compra-venta online de todo tipo de artículos, siempre relacionada con distintos animales exóticos como loros, guacamayos o cotorras, y utilizando datos personales de otras personas.
De esta forma, con cada publicación que hacía intentaba ganar dinero con la falsa venta y recopilar información sensible que luego serviría para utilizarla de forma aleatoria en anuncios posteriores.
La Guardia Civil ha estudiado el recorrido del dinero estafado y ha conseguido relacionarlo con el verdadero responsable e incluso ha identificado a las víctimas tras el estudio de las cuentas bancarias utilizadas.
La denominada Operación Manloro está en los juzgados de Utrera y Lebrija, continúa abierta y no se descarta localizar a más víctimas.