La ola de frío sigue causando estragos en varios colegios y centros educativos del municipio de Rota. En el caso del colegio San José de Calasanz, las temperaturas en un aula se sitúan entre los 3 y los 8 grados, lo que dificulta el desarrollo de las clases con total normalidad.
Varios profesores del centro, tras contactar con este medio, han mostrado su preocupación por la situación que atraviesan durante esta última semana en la que las temperaturas han bajado considerablemente. Desde el profesorado aseguran que en algunas aulas las temperaturas alcanzan hasta los 3 grados.
"Nosotros somos adultos pero los alumnos lo están pasando muy mal con el frío. Lo combatimos con mantas o abrigos pero la normativa covid nos obliga a tener las ventanas abiertas durante las clases", destaca uno de los docentes.
Bufandas, gorros o mantas son algunos de los objetos que los alumnos traen desde casa para combatir esta ola de frío. Desde el profesorado exigen a las administraciones que tomen cartas en el asunto y doten al centro educativo de equipamiento físico como radiadores, calentadores o placas de policarbonato para evitar estas temperaturas tan bajas.
Uno de los docentes, que acumula cinco años de experiencia en este colegio, asegura que durante todos los años, los alumnos sufren el frío y el calor sin encontrar alguna solución eficaz.
Para evitar tener las ventanas abiertas de par en par durante toda la mañana, los profesores suelen dejarlas abiertas media hora antes del comienzo de la jornada y durante el recreo. De esta forma, cuando los alumnos entran en clase han ventilado el aula y pueden encajar las ventanas para evitar grandes corrientes de frío.
Los docentes creen que el centro educativo debería estar dotado de equipos de aire acondicionado y calefacción, aunque actualmente no podrían usarlos por la normativa anticovid. Y es que la pandemia no solo afecta a la movilidad y a la salud de los ciudadanos, sino que hace aún más difícil combatir el frío que nos ha dejado el temporal Filomena.