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Miércoles 27/11/2024
 
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Sevilla

Largas colas para ver en Sevilla el haman almohade descubierto en un bar

Se trata de una decisión que ha tomado la gerencia del bar Giralda, muy cerca de la Catedral, ante el interés que el hallazgo ha suscitado

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haman almohade descubierto en un bar.

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Decenas de personas han hecho cola este sábado para ver los restos del hamán almohade del siglo XII descubierto durante la remodelación de un bar en Sevilla, en unas jornadas de puertas abiertas organizadas por el establecimiento para mostrar los hallazgos antes de abrir al público.

Se trata de una decisión que ha tomado la gerencia del bar Giralda, muy cerca de la Catedral, ante el interés que el hallazgo ha suscitado, ya que se han podido recuperar unas bóvedas completamente cubiertas de pinturas de gran calidad, únicas en España, así como las luminarias que poblaban las paredes laterales del haman, como ha explicado uno de los propietarios del bar, Antonio Castro.

Para ver los hallazgos, el bar abre este sábado y domingo de 10.00 a 18.00 horas, mientras que a partir del próximo jueves se espera que abra ya para retomar su servicio de hostelería.

Se trata del único baño árabe que ha llegado a la actualidad con una decoración integral, y no solo en los zócalos, a base de almagre (pigmento rojo) sobre blanco, con la típica lacería islámica y un paño con decoración geométrica que cubre el dintel de la puerta.

Este hamán, un testimonio más de la presencia árabe en España, fue ocultado y preservado durante más de un siglo, ya que a principios del siglo XX el edificio donde se encuentra fue objeto de una remodelación a fin de convertirlo en un hotel y, entonces, se decidió ocultar el hamán para preservarlo.

Así se mantuvo, oculto, hasta el pasado verano cuando el bar Giralda acometió unas reformas, aprovechando el parón en la actividad provocado por la pandemia de coronavirus.

Fue entonces cuando se descubrieron unas pinturas murales de gran calidad y mucho más amplias de lo que en principio cabía esperar y decenas de luceras o claraboyas para el paso de la luz de distintas formas (octogonales, lobuladas, estrelladas...) y diferentes tamaños.

Las instalaciones -constituidas inicialmente por una sala templada, otra fría y otra caliente típicas de los baños árabes- parece ser que eran mayores, pero el ensanchamiento de la calle en la que se encuentran restó unos metros al edificio original.

Además, parte de la sauna se utilizó desde principios del siglo XX como comedor.

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