La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta, Rocío Ruiz, respaldó este lunes la labor que Hogar La Salle lleva a cabo con los jóvenes ex tutelados a través de su hogar de emancipación, en el que actualmente se atiende a una docena de chicos a los que se trata de proporcionar herramientas básicas que favorezcan su integración social y profesional.
Ruiz entiende que el trabajo que se lleva a cabo en este centro es “un ejemplo a seguir”, subrayando además su modelo de “calidez y calidad” que es el que persigue la Junta para este tipo de iniciativas.
A este respecto, la consejera cifró en 838 el número de plazas de alta intensidad para jóvenes ex tutelados con que cuenta Andalucía, lo que supone un incremento del 300 por ciento con respecto a 2018, cuando se disponía de 215.
En paralelo, se ha pasado de 38 a 48 recursos de media intensidad, lo que supone un incremento del 24,3 por ciento. Ruiz subrayó por tanto la apuesta que el Gobierno autonómico está realizando por este programa pionero de inserción social y laboral, que complementa la atención prestada desde los servicios de protección de menores y al que se ha dotado de una partida presupuestaria de 13,7 millones de euros.
La consejera incidió en la apuesta de su departamento por “un modelo de atención social centrado en la persona y basado en la especialización de los recursos, en este caso en función de los proyectos de vida de esos menores y jóvenes ex tutelados, lo que implica una mejora en la calidad y la eficacia de estas asistencias”.
Un modelo, recordó, que se prolonga hasta superar la mayoría de edad, “a fin de dotarles de suficientes herramientas para mejorar su empleabilidad y promover su integración, evitando situaciones de exclusión social”.
La Consejería de Igualdad atiende a 4.545 jóvenes mayores de edad en Andalucía, 799 de ellos en la provincia. La mayoría, 3.559 (602 en Cádiz), están vinculados a los programas de media intensidad, mientras que 986 (197) lo hacen con los programas integrales de alta intensidad.
Este programa, que tiene carácter pionero, incluye también recursos dirigidos a la atención de los más vulnerables, tales como los pisos para jóvenes con discapacidad leve o moderada, los recursos para jóvenes refugiados, así como para la atención de mujeres jóvenes procedentes del Sistema de Protección posibles víctimas de violencia de género y de trata o susceptibles de serlo.
