Fue hace ya más de 20 años cuando Sidonie se dio a conocer al gran público tras la sorpresa que supuso su primer EP ‘Dragonfly’. La personalidad de Sidonie ha supuesto un nuevo soplo de aire fresco en la industria discográfica y además ha actuado como revulsivo, encontrándose ahora en un estatus poco común como banda, en el que tras más de una década en los escenarios, conservan su identidad y un público de todos los estilos y edades. Tras el exitoso fin de gira de su último disco, “El Peor Grupo del Mundo” (Sony Music, 2017) y la celebración de su 20 aniversario, Sidonie acaba de editar El Regreso de Abba (Sony Music, 2020), su noveno disco, que comparte título, portada, historia y personajes con la primera novela de Marc Ros, vocalista del grupo. El próximo 30 de julio presentan su último trabajo en Cádiz en el ciclo 'Músicas del Mar'. Hemos conversado con Marc Ros, vocalista de la banda, sobre literatura, poesía, música, la pandemia, los deseos y, en definitiva, sobre la vida, esa cosa que nos une a todos los seres humanos, ya sea encima o debajo del escenario. Esto es lo que nos ha contado...
Hemos venido algunas veces, pero no nos da tiempo conocer los sitios. Tengo que ir sólo, porque el ritmo con el grupo es fuerte y no da tiempo de nada. es llegar, tocar, comer, descansar. No solemos tener tiempo de ver nada. En nuestros años salvajes sí que hacíamos turismo nocturno (risas). Me gust
Su último trabajo discográfico, ‘El regreso de ABBA’ es también el título de tu novela. Es muy llamativo
–Jajajajaj yo también estoy flipando, porque es una locura porque además no había ejemplos en la historia de la literatura y del rock-pop que se haya hecho esto ( esto que te he dicho igual suena un poco de sobrado, pero es verdad), es decir un disco y una novela que tienen el mismo título, la misma portada, que hablan de lo mismo, porque hablan de tres personajes, los de la novela, y no conocía ejemplos de este “artefacto”, porque tampoco sé cómo llamarlo. El escritor Enrique Vila-Matas dijo que era "literatura expandida" y esto me gustó mucho, que es cuando saltas de la narración a la narración musical. Fue bastante flipante hacerlo porque fue muy difícil, porque al no tener ejemplos, no tenía ningún profesor/a que me dijera esto se hace así. Me tiré a la piscina en un terreno que desconocía. Pero al final con ayuda de mis "compis" de grupo, salió. Y ha salido muy bien, porque las críticas son muy buenas y a la gente le ha gustado.
¿Tiene la novela algo de autobiográfico?
–Yo te diría que nada, porque no estamos hablando de autoficción, pero tengo que sacar el material de alguna parte. El mundo que yo conozco es el mundo de la música, de la noche, el mundo de Cadaqués, el mundo de la bohemia, de las drogas, de las filosofías orientales, de la meditación, del pop, la cultura pop. Este es el mundo de la novela. Me gusta mucho leer sobre ello y lo he vivido en primera persona. Obviamente con Sidonie he. He vivido muchas de las experiencias que han acabado plasmadas en la novela. Aunque estos personajes tienen su vida y yo tengo la mía.
Ya que hablamos de literatura, Marc, uno de mis poetas preferidos es Blas de Otero. Le voy a leer unos versos finales de un poema que se llama ‘A punto de caer’. (“Nada es tan necesario al hombre como un par de lágrimas / a punto de caer en la desesperación”). ¿Qué le remueve?
–Se me pone la piel de gallina. No he leído nada de Blas de Otero. De hecho estoy mirando mi estantería a ver si tengo algo de él. He pensado que a ver si me puedes recomendar una edición que te mole especialmente. (Aquí la entrevistadora muere de amor con Marc). Esto que me has leído está lleno de vida y es muy necesario este tipo de mensaje en los tiempos que estamos viviendo. Mola porque ahora mismo tú me has instalado una imagen en mi cabeza que antes no tenía. Has llenado mi cabeza con esto. La poesía, más que la novela activa partes de tu cerebro que tú tenías dormida. He escuchado muchas veces a gente decir que no le gusta la poesía y yo les digo: no hace falta “ponerse” a leer poesía, como quien lee una novela, sino leer algunos versos.
(Me vengo arriba y leo los primeros versos del poema también: “Nada es tan necesario al hombre como un trozo de mar/ y un margen de esperanza más allá de la muerte”). Marc, ¿y estos versos?
–Guauuuu. Fantástico. Justamente acabo de llegar de la playa ahora mismo y he estado reflexionando mucho con la paz que me da el mar y que a veces no sé mirarlo, porque soy tan ansioso que estoy mirando el azul y la luz del Mediterráneo, los reflejos de cuando le da el sol, la vida me lleva a tal estrés que estoy mirando al mar y no lo veo. Estoy pensando en otras cosas y digo: hoy voy a mirar el mar y voy a entrar en su reino. Me estás dando una mañana muy bonita de poesía, Macarena.
(Rubor) ¿Qué hacen unos músicos como vosotros ante una crisis sanitaria?
–Lo que decidimos hacer fue salir a la carretera. Tomamos la sana decisión de salir y hacer conciertos y llevar las canciones a la gente. Y esto fue muy sano para nosotros, porque nos dimos cuenta de la importancia que era vernos en el local, a veces sin ensayar, simplemente para comentar, o contarnos si estábamos tristes. Era muy sano juntarnos. Lo hemos vivido haciendo piña entre nosotros.
¿Cómo lleva el año?
–Yo noto cansancio pandémico, como todo el mundo. Mi problema es que duermo fatal. Tengo un insomnio horrible y eso me provoca más ansiedad de la cuenta. Obviamente la situación no ayuda para nada. Pero lo compenso leyendo poesía, haciendo meditación, escuchando buena música, viendo buenas películas antiguas por la noche.
Tocáis este fin de semana en Cádiz...
–Hemos venido algunas veces, pero no nos da tiempo conocer los sitios. Tengo que ir sólo, porque el ritmo con el grupo es fuerte y no da tiempo de nada. es llegar, tocar, comer, descansar. No solemos tener tiempo de ver nada. En nuestros años salvajes sí que hacíamos turismo nocturno (risas). Me gustaría conocer Cádiz de una forma más serena.
¿Cómo va a ser el concierto?
–Mmmmmm va a estar lleno de amor. Vais a ver un grupo que se muere de ganas de tocar y de gustar. Para nosotros es como una cita amorosa. En un concierto te citas citas con una gente y tú ese día te pones super guapo.
¿Cuál es su libro favorito?
–'Suave es la noche ' de Francis Scott Fitzgerald.
¿Qué diferencia hay entre la persona que se sube al escenario y usted?
–En la novela creo un concepto al que le llamo "el otro" o "La otra", que es Abba, que es músico también. Cuando se sube al escenario se convierte en "la otra". Esta "otra" es más fuerte, no le duele la tripa, no tiene ansiedad. Porque cuando subes al escenario eso tiene tanta potencia que es la droga más fuerte que existe, y eso te lo crea estar tocando delante del público. Es un subidón muy fuerte. Para llegar a eso es complicado sobre todo quien tenga miedo escénico, porque los minutos previos son muy complicados. Pasas muchos nervios, entonces cuando te pones tus pantalones pitillo y tu camisa increíble ya te vas convirtiendo un poco en ese otro. Al final somos como actores. Hay una parte de tí que viene de tu voz, de dentro del diafragma, pero también hay una parte de actuación.
Los títulos de vuestros discos son muy literarios, llama la atención...
–¡¡Claro!! Dentro de la frivolidad que transmitimos, también estamos hablando de cosas serias, de cosas profundas. Así Que sí. Algunas veces me inspiro en autores y títulos que me gustan. 'La noche suave' está muy presente en un disco que se llama 'La costa azul', por ejemplo. La literatura siempre está presente en nuestros discos. No sólo hacemos canciones de tú me quieres, yo te quiero, me has dejado, etc... si no que también hacemos cosas con profundidad.