El Faro de Garrucha en Almería se apagará el día 22 de septiembre, casi 140 años después de su puesta en servicio y sus funciones serán asumidas por el flamante Faro de Mojácar, que entrará en funcionamiento oficialmente el miércoles, al mismo tiempo que se desconecte la vieja luminaria garruchera.
La Autoridad Portuaria de Almería, que gestiona el Faro de Garrucha, ha decidido sustituirlo por una nueva señal en Mojácar, que será inaugurada el miércoles por la tarde.
La decisión la ha tomado a la vista de que, con el paso de los años, se ha convertido en un faro plenamente urbano, rodeado por edificaciones, lo que, unido a la corta altura de su torre y a la poca elevación del terreno sobre el que se levanta, hace que sus señales luminosas sean cada vez menos visibles desde el mar.
Pero con el apagado de la linterna, el Faro de Garrucha no desaparecerá ya que la intención de la Autoridad Portuaria es mantener el histórico edificio y su antigua torre, que se destinarán a otros usos aún por definir.
Con este objetivo la APA y el Ayuntamiento garruchero estudian posibles alternativas de uso, tanto para la torre y el edificio que albergan el faro, como para la parcela anexa.
La linterna del Faro de Garrucha comenzó a dar su luz a los navegantes el 28 de noviembre de 1881. Esta señal luminosa sustituyó, a su vez, a la que había en Villaricos, de la que heredó no sólo la linterna, sino otros materiales útiles, según relata el farero Mario Sanz Cruz en su libro 'Faros de Almería, Mucho más que señales marítimas', editado por el Instituto de Estudios Almerienses.
El proyecto del Faro de Garrucha lo realizó el ingeniero Ricardo Sáez, y las obras las llevó a cabo el contratista Ramón Muley.
En el periodo de tiempo que duraron los trabajos de construcción, la señal luminosa estuvo instalada provisionalmente en el Castillo de Jesús Nazareno (perteneciente entonces al municipio de Mojácar, pero actualmente, al de Garrucha), donde estuvo operativa entre el 1 de noviembre de 1880 y el 28 de noviembre de 1881, día en el que entró en funcionamiento el faro de "quinto orden" de Garrucha, de acuerdo con los datos recopilados por Mario Sanz.
El edificio del faro, tal como lo define Sanz Cruz, es cúbico y sencillo, de una planta y azotea plana, con una torre cilíndrica semiempotrada en la fachada trasera.
En sus inicios, el faro garruchero se puede decir que fue una réplica del de Villaricos, ya que tenía el mismo aparato y la linterna de la casa francesa Sautter, con su característica de luz blanca fija y 9 millas de alcance.
El combustible que se utilizó para su lámpara Maris de una mecha fue parafina de Escocia, y posteriormente petróleo. En 1925 se conectó a la red eléctrica.
El autor de 'Faros de Almería' dice que no se sabe quién fue el torrero que inauguró la luz del Faro de Garrucha en noviembre de 1881, "sólo sabemos que era el mismo que estaba en Villaricos cuando el faro dejó de funcionar" y que el último torrero de ese faro del que hay referencias fue José María Macías.
Por el contrario, sí se sabe quién será el último farero que encienda y apague la luz del Faro de Garrucha del 22 de septiembre.
Será el mismo que asumirá la responsabilidad de encender y mantener la luz del nuevo faro de Mojácar, desde su centro de trabajo en el vecino faro de Mesa Roldán.