A Bocados cumple un lustro en el mundo de la hostelería. Adrián Martos, su fundador, se animó a emprender en solitario con sólo 22 años y ni el ser novato, ni la pandemia han impedido que el proyecto de consolide.
Es más, A Bocados se ha quedado corto de espacio e incluso llegaron a preguntar por el local contiguo para ampliar, pero se subieron a la parra y si por algo se caracteriza Adrián es por saber esperar el momento.
A pocos metros de la plaza de toros y de los locales de ocio de la plaza Canterbury, A Bocados ha logrado hacerse un hueco entre una clientela fiel que sabe valorar una cocina moderna, pero sin estridencias, en la que a las patatas ali oli le dan su toque con unos boquerones en vinagre.
Au especialidad son las más de media docenas de tostas y los wok.
Yo quiero hablarles de uno de estos últimos, el de noodles con langostinos y tomatitos sherry.
El matrimonio de la pasta asiática salteada con los langostinos tiene de base un fumé de marisco que hacen ellos mismos, nada de salsas de bote. El toque de los tomstitos y algo de sésamo por encima, y a comer.
Y así con todo. Y con una relación calidad-precio más que interesante que es otro de los puntos fuertes de la consolidación de este establecimiento.
A BOCADOS. C. Circo, n°2, 11405 Jerez, Cádiz