La festividad del patrón de Alcalá la Real, Santo Domingo de Silos, ha estado presidida por un día plomizo, aunque sin los rigores de la temperatura de otros años. Poco después de las once de la mañana, y tras la misa solemne que se había iniciado entorno a las 10,30, la procesión portando la imagen del santo riojano, con la Corporación Municipal bajo mazas, recorría el corto itinerario que le condujo por la calle Angustias, Veracruz, Carrera de las Mercedes, Alonso Alcalá, Plaza Arcipreste de Hita y regreso a su templo, siempre bajo un amenazante cielo gris.
Una pequeña muchedumbre acompañó, portando velas, o simplemente haciendo acto de presencia, a la comitiva engalanada con los recuperados honores de una festividad abandonada durante largo tiempo a un estadio cercano al olvido.
Acto, por tanto, solemne, casi íntimo, con el que la ciudad, no obstante, se ha mostrado un año más fiel a su historia y tradición.