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Miércoles 20/11/2024
 

Almería

Condenados a más de cuatro años de cárcel dos patrones de una 'patera-taxi'

En mayo del pasado año desembarcó entre seis y ocho personas procedentes del norte de África en la playa de Los Escullos en Níjar

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  • Operación 'Sidecar' de la Guardia Civil. -

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la pena de cuatro años y diez meses de prisión para B.M. y B.A. por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros después de que fueran identificados como los patrones de una 'patera-taxi' que en mayo del pasado año desembarcó entre seis y ocho personas procedentes del norte de África en la playa de Los Escullos en Níjar (Almería) antes de volver a adentrarse en el mar, donde protagonizaron una persecución.

El fallo rechaza el recurso de apelación impulsado por las defensas y avala el pronunciamiento original de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería ha considerar plenamente acreditada la participación de los acusados en los hechos y aplicadas correctamente las agravantes ante los peligros que fueron expuestas las personas conducidas hasta territorio español.

Fue sobre las 5,30 horas del 6 de mayo del pasado año cuando la patrullera Río Jiloca de la Guardia Civil detectó una embarcación neumática de unos 6,50 metros de eslora y 2,50 metros de manga, con un motor fueraborda de 250 caballos cuando se aproximaba a la costa con entre seis y ocho personas a bordo.

Una vez la embarcación toco tierra, desembarcaron los inmigrantes, tras lo cual los acusados emprendieron su viaje de regreso a las costas del norte de África, momento en el que se percataron de la presencia de la patrulla de la Guardia Civil, que inició su persecución.

Para el tribunal, que los acusados no trataran de bajar a tierra al verse descubiertos por la Guardia Civil, para huir o hacerse pasar por simples pasajeros, se explica a la vista de las características de la embarcación, que responde al tipo de las llamadas "pateras-taxi", "destinadas a repetidas travesías de ida y vuelta, como lo confirma el combustible con el que todavía contaba para el retorno".

En esta línea, recalca además el "motor potentísimo" con el que iba equipada la patera "de no poco valor" y que, cuyo abandono, "iría contra los intereses económicos de los organizadores del viaje", de ahí que "lo que aconsejaba la racionalidad delictiva fuera emprender la huida en dirección al punto de origen".

Del mismo modo, rechaza la teoría expuesta por las defensas sobre que la embarcación transportara "bultos o fardos --de hachís, se sobreentiende--" en lugar de personas, puesto que si bien "es cierto que ni en la playa de arribada ni en sus proximidades se encontró a ninguna persona", tampoco "ni en tierra firme ni en el agua" se halló "ninguno de esos supuestos bultos, que sin duda no habrían pasado inadvertidos a la Guardia Civil".

Durante su huida, los acusados hicieron caso omiso a las señales acústicas y luminosas para que detuvieran la marcha, por lo que la persecución se prolongó hasta las 6,20 horas cuando la patera pudo ser abordada al haberse quedado sin combustible, toda vez que ambos acusados estaban realizando el cambio de bidón.

La citada embarcación, que había partido en fecha indeterminada desde las costas del norte de África, estaba concebida para realizar trayectos cortos, próximos a la costa y "totalmente inadecuada" para el número de personas que la ocupaban.

De la investigación se desprende que ambos acusados, puestos de común acuerdo se ocuparon durante todo el viaje del pilotaje de la embarcación, hasta lograr llegar a La Playa de Los Escullos en la costa almeriense. La patera carecía de elementos de salvamento como salvavidas o bengalas, de equipos de navegación, medidas contraincendios, achique o equipos de radiocomunicaciones.

Los acusados carecían de la titulación náutica suficiente para el tipo de viaje realizado, y la forma en que alimentaban el motor era a través de bidones de gasolina que permanecían en el interior de la embarcación, con riesgo de incendio o deflagración.

La falta de seguridad en la navegación se vio agravada por las características concretas del tráfico en la zona marítima por la que discurrió la embarcación, zona de alta densidad de tráfico marítimo al estar el Dispositivo de Separación de Trafico del Cabo de Gata, detectándose desde las 20,00 horas del día 5 de mayo y las 8,00 horas del 6 de mayo de 2021, un total de 56 buques, de los cuales, 31 llevaban rumbo oeste y 25 rumbo este.

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