Un juez de Almería ha absuelto a un hombre acusado de colisionar con el coche de dos guardias civiles, lesionándolos, y de circular a toda velocidad y de forma imprudente por la ciudad de Almería para escapar de ellos, hasta que tuvo un accidente.
Según el fallo, el acusado circulaba el 17 de febrero de 2020 en un turismo con matrícula francesa por la autovía del Mediterráneo, cuando alrededor de las once de la noche un vehículo ocupado por dos guardias civiles se puso tras el suyo.
Ha incidido en que este último automóvil no tenían ningún tipo de distintivo policial pero que los agentes comenzaron a darle ráfagas de luces largas al sospechar del "aparente peso excesivo" del coche del procesado.
Esto hizo que el hombre abandonase la autovía por la entrada del puerto de Almería, tras lo que se detuvo en una rotonda.
Los agentes pararon tras él y uno de ellos se acercó al turismo del acusado, "portando en su mano el arma reglamentaria" y al ver el arma y sin saber quiénes eran, ya que los guardias no iban uniformados, el hombre se asustó y emprendió de nuevo la marcha.
Poco después, los guardias localizaron de nuevo al acusado, iniciándose una persecución por las calles de la capital almeriense.
Finalmente, el procesado perdió el control de su vehículo en el puente ubicado en la avenida del Mediterráneo, entre la calle Locomotora y la calle Doctoral, lo que provocó que impactase contra una barandilla.
El juez ha subrayado que no se ha podido probar que el procesado acometiera a los agentes con su turismo o de cualquier otra manera, así como que no pudo saber "en ningún momento" que el vehículo que lo perseguía o sus ocupantes pertenecían a la Guardia Civil.
Para el magistrado tampoco se ha probado que el procesado condujese en su huida "poniendo en concreto peligro la vida o la integridad física de persona alguna" o que de esta forma lesionara a los agentes.
El juez ha aceptado la versión ofrecida por el abogado Nabil El Meknassi, quien explicó que su cliente había salido ese día sobre las diez de la noche de Motril (Granada) para embarcar hacia Nador (Marruecos) la mañana siguiente.
El hombre sostuvo que cuando paró en la primera rotonda fue para fotografiar la matrícula del vehículo de los guardias, y que fue entonces cuando vio que llevaban armas y que no entendía lo que le gritaban.
En esta línea aseveró que si se saltó semáforos lo hizo por miedo, tras lo que reveló que desde 2002 seguía un tratamiento psiquiátrico, ya que de hecho afirmó que vio a ambos agentes acompañados por "diablos" y con los "ojos de fuego".
El juez ha destacado el testimonio "firme, circunstanciado, concreto y con respuestas rápidas y ágiles" del procesado, que además fue el mismo que ya manifestó de forma "espontánea" tras el accidente a un policía local.
A ello ha contrapuesto las "vaguedades, inconcreciones" e "incongruencias" del relato del único guardia civil que declaró en la vista oral, que fue el que no se bajó del coche y por ejemplo ha contrapuesto la afirmación de que el acusado no colisionó con ellos, sino que hubo un "leve roce" entre los coches, al informe médico de asistencia por cervicalgia presentado por el agente.
Por ello, entre otros motivos, el juez ha absuelto al acusado de un delito contra la seguridad vial, otro delito de atentado y de dos delitos leves de lesiones.