La Autoridad Portuaria de Almería (APA) restaurará con medio millón de euros la grúa Babcock & Wilcox y la locomotora Deutz, dos piezas claves de la historia industrial de Almería y del patrimonio portuario, que pondrá en valor como atractivo turístico y para disfrute de los ciudadanos en la entrada del Muelle de Levante y el Muelle de Ribera I en el marco del proyecto Puerto-Ciudad.
Según ha explicado en una nota la presidenta de la APA, Rosario Soto, el objetivo es "devolver a la grúa y la locomotora su aspecto original, preservando su valor histórico y asegurando su conservación a largo plazo", si bien también se quiere que los ciudadanos puedan acceder a la grúa, a modo de mirador, para "vivir la historia industrial y portuaria de Almería".
Los trámites para adjudicar la restauración de la grúa se iniciaron con la apertura de ofertas este martes después de que los trabajos salieran a licitación por 409.847,89 euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Este instrumento data de los años 60 y está ubicada en el Muelle de Ribera I.
Entre sus elementos, destacan la cabina de madera, la pluma y la base con perfiles metálicos y uniones formadas por remaches. Con capacidad para levantar una carga máxima de 25 toneladas, fue fabricada por la Sociedad Española de Construcciones Babcock & Wilcox, en los talleres de Galindo, en Vizcaya.
En su intervención, además de la recuperación estructural de los elementos deteriorados, se dotará a la grúa de acceso al público a la cabina de la grúa mediante la construcción de una escalera exterior.
Por su parte, la locomotora, que restaurará Mare Ingeniería Ferroviaria Alternativa SLU por 102.850 euros con un plazo de cuatro meses, quedará instalada en el acceso del Muelle de Levante junto a las vías del tren, ubicadas en el puente que une Levante y Almadrabillas y que también se recuperarán más adelante en el marco de la fase principal del puerto-ciudad.
La locomotora de la marca alemana Deutz fue adquirida por el puerto en 1929 y se empleaba para el movimiento de mercancías especialmente de minerales hasta 1967, cuando dejó de prestar servicios. Estas locomotoras alemanas, tenían una capacidad de arrastre de seiscientas toneladas, permitiendo el transporte de más de sesenta vagones enganchados.
La máquina fue restaurada en la década de los 90, cerrando los accesos y ventanas con chapas perforadas y actualmente presenta problemas de corrosión avanzados. Con la rehabilitación estructural y de componentes se pretende ahora abrirla a los ciudadanos, dotándola, además de un tótem informativo.
Además, tanto la grúa como la locomotora estarán dotadas de iluminación ornamental realzando su imagen como atractivos destacables de la integración puerto-ciudad, al igual que el tinglado cuya rehabilitación está en ejecución y el recién inaugurado edificio Varadero en el poniente del puerto.
