Nadal y Murray se medirán en cuartos tras derrotar a dos gigantes

El español Rafael Nadal superó al gigante croata Ivo Karlovic (dos metros y ocho centímetros), y el británico Andy Murray hizo lo propio con el estadounidense John Isner (dos metros y seis centímetros), y ambos se enfrentarán en los cuartos de final del Abierto de Australia.

Nadal puso su nombre en esa ronda por cuarta vez en su carrera, al doblegar a Karlovic por 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4 en dos horas y 36 minutos.

Murray se plantó en esa instancia en Melbourne por primera vez, y también por primera vez en el Grand Slam sin ceder un set en cuatro partidos, al imponerse a Isner, ganador hace diez días de su primer título en el torneo de Auckland, por 7-6 (4), 6-3 y 6-2 en dos horas y 12 minutos.

El defensor del título tuvo que hacer frente al mejor cañonero del circuito y soportar sus 28 saques directos, pero fue capaz de llevar el partido hasta su terreno para lograr la tercera victoria sobre el de Zagreb.

Karlovic jugó inteligentemente, intentando atraer a Nadal a la red con bolas cortas y reveses cortados para que el bote fuera lo más bajo posible, evitando así los largos intercambios. Pero esa estrategia era demasiado peligrosa.

No obstante le dio frutos en el décimo juego del segundo set, cuando rompió por primera y única vez el saque del español.

Pero el saque del croata, que le ha valido acabar las dos últimas temporadas como líder de este apartado, con 890 en 42 encuentros en 2009, no lo es todo.

Atemoriza, no deja tomar el ritmo pero no es vital ante jugadores con resto como Nadal. Le sucedió ya cuando perdió contra el checo Radek Stepanek en partido de semifinales de Copa Davis el año pasado, al lograr 78 directos y ceder en cinco mangas.

Nadal solo logró dos pero supo combinar las velocidades y la colocación de su servicio para evitar restos más abiertos, y controlar el punto desde el inicio.

Superado Karlovic, Nadal se enfrentará a quien considera un jugador “talentoso”, y cercano en su edad, que el año pasado ya arrebató el segundo puesto al español, aunque solo durante tres semanas.