Las dos semanas transcurridas desde el 19-J marcaron la saludable distancia entre la conmoción de la noche electoral y la lenta sucesión de anodinos días de tregua en mitad de la mismísima nada. El retiro público de las huestes victoriosas de Juanma contrasta con la actividad atribulada del resto, unidos todos en la común frustración de lo que pudo ser y no fue. Desde que reuniera a la junta directiva del PP-A, a renglón seguido de protagonizar el encuentro nacional de barones convocado por Núñez Feijóo en Madrid, el presidente Moreno Bonilla puede perfectamente hacer alarde de escapismo profesional y desaparecer por unas horas del encierro de San Telmo, mero ilusionismo, para ‘madurar’ la composición de un remozado Consejo de Gobierno que, seguramente a estas alturas, ya tenga nombres y apellidos. 14 de julio, constitución de la Cámara; 20 y 21 de julio, debate de investidura; 22 de julio, toma de posesión; 25 de julio, puesta de largo del Ejecutivo… La prensa regional compite en conjeturar y trazar cábalas, arena de playa: La irrupción en el círculo íntimo de la jerezana Ana Mestre, delegada del Gobierno en Cádiz; el influjo creciente de Tomás Burgos, secretario general de Presidencia, y de Antonio Sanz, viceconsejero del factótum Bendodo; la continuidad asegurada de Marifrán Carazo y Jesús Aguirre; las opciones de Rafael Carmona, presidente de la autoridad portuaria de Sevilla, de suplir a Juan Bravo; la arquitecta Sol Cruz-Guzmán, diputada al Congreso, consejera de Cultura; Patricia del Pozo, Loles López o Carmen Crespo, entre las nominadas a presidir el Parlamento; Juan Manuel Muñoz, comisionado para el cambio climático, consejero de Desarrollo Sostenible; el cordobés Antonio Repullo, flamante jefe de oficina en San Fernando 39...
Atrapados en tamaño frenesí por redecorar despachos y completar la estructura de poder de la Junta, la Jaén pepera se resiste a ser la excepción que confirma la regla. ¿Quién dijo que Jaén va a pintar poco en esta generala? La toma de decisiones respecto a la provincia pasa inequívocamente por el armonioso tándem conformado por Juanele y Érik, en las alturas y las bajuras del aparato. Para dotar de verosimilitud el asalto a Diputación, en menos de un año, San Clemente propala entre la dirigencia local la exigencia de clonar un avatar de Juanma en cada pueblo. Al albur del clamoroso triunfo en las urnas, alcaldables de edad media, perfil moderado y profesionalizado, incluso desideologizado y carente de experiencia política, aunque, importantísimo, a todas luces crucial, de reconocido activismo social (en cofradías y/u oenegés). De las 16 alcaldías jiennenses obtenidas por los populares tras el 26-M de 2019, a los 56 municipios de la provincia en que fueron la fuerza más votada este 19-J, dista el abismo de tres años azarosos de demonización socialcomunista y pandemia, de posverdad y cambio de ciclo, en los que la gente del PP provinciano se limitó a verlas venir. Por eso, corren ahora el riesgo de que el atiborramiento de voto prestado derive en la peor digestión posible: el cuento, y las cuentas, de la lechera. Moraleja: No hay nada ganado, de antemano. El dúo Bravo/Domínguez apuesta por la continuidad de Jesús Estrella en la Delegación del Gobierno, donde Elena González, en mayo, dejó de ser la coordinadora para ejercer esa misma función en el partido al frente del equipo de campaña. El éxito que se persigue en los próximos comicios locales obliga a no trastocar los liderazgos locales consolidados, por lo que se descarta, como norma general, promover a alcaldes/alcaldesas a delegaciones territoriales de la Junta. ¿Cómo van a alzarse con la joya de la corona, Diputación, si a diez meses de la reválida municipalista favorecen el relevo en las alcaldías de Mancha Real, Villacarrillo, Siles o Bailén? Bien es cierto que, a priori (en todas las quinielas internas se les ha puesto cara de delegados), Luis Mariano Camacho, Chiqui, coordinador general del PP de Jaén, y María del Mar Dávila, alter ego de la respetada Lina García, tendrían acomodo en cualquier delegación. Hambre que espera hartura… Ninguna pieza en el rompecabezas de poder andaluz en la provincia, desde luego, se colocará sin atender a intereses estratégicos relacionados con la cercana batalla de las elecciones municipales. ¿Candidato popular a la presidencia de Diputación? Quizá el propio Érik Domínguez, aun siendo parlamentario andaluz, yendo de ‘3’ por Guarromán, precisamente el puesto que suele ocupar Paco Reyes en Bedmar. La muy probable confirmación del respaldo logrado el 19-J por Vox y Jaén Merece Más en el vasto partido judicial de Jaén, podría garantizarles vela en el entierro diputacional.
Estirando el chicle del podcast-fin de curso jaenero, entre ferias y conciertazos, subvariantes ómicron y mascarillas de quita y pon, aceite en las bodegas y pésima cosecha en expectativa, todavía restan ganas para victimizarnos un poquito más a resultas del AOVE servido en la cata ofrecida por el Gobierno en la reciente cumbre de la OTAN. Los aceites elegidos, dos de Córdoba (Carcabuey y Córdoba capital) y uno de Albacete (Alcaraz), eran los últimos ganadores de los ‘Premios Alimentos de España a los Mejores Aceites de Oliva Virgen Extra, campaña 2021-2022’, en sus tres modalidades. De haberse incluido, asimismo, todos los finalistas, entre ellos los comprovincianos ‘Aires de Jaén’, de Jabalquinto, y Ntra. Sra. de los Remedios, de Jimena, así como cuatro más, procedentes de Mohedas de Granadilla (Cáceres), La Selva del Camp (Tarragona), Almagro (Ciudad Real) y Carcabuey (Córdoba), otro gallo nos hubiera cantado. A todos, sin excepción, porque todos queremos más. Y más y más. Y mucho más.