La tradición nos devuelve en estas fechas las rosquillas de San Blas

La Parroquia de Santa María Magdalena se convierte estos días en el punto de encuentro de ciudadanos que mantienen una de las tradiciones gastronómicas, a la vez que religiosas, más conocidas en Jaén: la compra de las Rosquillas de San Blas.

El producto, popularizado en todas las panaderías de la ciudad, presenta una peculiaridad en el principal punto de venta. Las rosquillas que se venden en la Parroquia de La Magdalena están bendecidas con una reliquia del Santo, patrón de las enfermedades y dolores de garganta.

El próximo 3 de febrero se celebra la festividad en torno a San Blas y responsables de los grupos de catequesis, de la Cofradía de La Magdalena y colaboradores de la Parroquia se turnan para venderlas al precio de un euro. El horario es de 10 a 13 horas y de 17 a 20:30 horas.

Este año, según las previsiones de la Parroquia, se venderán en torno a las 5.000 bolsas de rosquillas.
Como ya ocurriera el año pasado, la recaudación irá destinada a la Cáritas de la Parroquia. El párroco, José López Chica, explicaba que "la situación por la que están pasando muchas familias del barrio por la crisis económica así lo requiere".

Con motivo de la festividad, hasta el próximo miércoles se celebra la novena en honor al santo, a partir de las 18:30 horas con el rezo del santo rosario.

Patrón de las enfermedades
San Blas fue famoso por su facilidad para sanar enfermos. El santo salvó la vida de un niño que se moría ahogado por una espina de pescado atravesada en su garganta. Desde entonces, es el patrón de las enfermedades y dolores de garganta.

Los últimos días, los de mayor venta
Coincidiendo con el inicio de la novena en honor a San Blas, desde el día 26 se pueden adquirir las rosquillas bendecidas en la parroquia de Santa María Magdalena. Los responsables de las ventas aseguran que los tres días antes son los de mayores compras.