Francisco Benavent, dimisión, cese y rectificación obligada

La situación política que se produjo ayer en Jerez rozó lo absurdo por mucha imagen de normalidad que se pretendiese dar a la salida del Gobierno municipal de un concejal durante un par de horas.

Francisco Benavent, delegado de Juventud, Distrito Norte y Ciudad del Flamenco no participó de la Junta de Gobierno Local, tal y como ya se había hecho público, y la alcaldesa, en consecuencia y con lógica, lo cesó de sus cargos. Y así lo comunicó en la rueda de prensa en la que informó de su plan de medidas extraordinarias para salir de la crítica situación económica.

Es más, en dicha comparecencia no sólo informó de su cese, sino que repartió sus competencias entre otros delegados. Juventud fue para Ainhoa Gil, dado que era una delegación que seguramente -dijo- “la echará de menos”; Distrito Norte fue para Miriam Alconchel y las competencias de la Ciudad del Flamenco quedaron repartidas entre un arquitecto de la Delegación de Urbanismo, para lo técnico de la obra, y ella misma que es quien ha estado haciendo las gestiones políticas, según dijo.

Lo esperpéntico de la situación es que casi de forma simultánea a este anuncio de destitución de Benavent, el interesado, que según la alcaldesa conocía esa decisión desde por la mañana, cuando ella se lo comunicó, daba una rueda de prensa acompañado de la delegada de Cultura, Dolores Barroso y del director general del Injuve, Gabriel Alconchel, presentando un concierto de música contemporánea.

Y poco después, cuando ya medio Jerez sabía por los medios de comunicación la destitución, Benavent mantuvo un encuentro con su compañero de partido Antonio Fernández Ortega en dependencias de Infraestructura y ambos conversaron entre ellos y con otros responsables políticos socialistas respecto a la situación creada.
La posibilidad de alguna que otra dimisión en el seno del Gobierno municipal en solidaridad con Benavent y en señal de protesta por la actuación de la alcaldesa, con el consiguiente problema para el grupo municipal y por extensión para el Gobierno socialista, provocó la reacción de responsables del PSOE en otras esferas provinciales y regionales que, en conversaciones telefónicas con unos y otros cortaron de raíz el intento de motín a bordo del PSOE local, pero también obligaron a dar marcha atrás a la alcaldesa en su decisión de destituirle de todos sus cargos.

No obstante esta decisión para evitar la catástrofe, la situación no se había normalizado a mediodía ni por la tarde de ayer, dado que mientras el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, comparecía en rueda de prensa en la sede del PSOE jerezano únicamente acompañado de Francisco Lebrero como miembro del Gobierno local, se seguían produciendo las reuniones en uno y otro sector del partido con este polémico tema de fondo.

La crisis, la profunda crisis del Gobierno municipal va mucho más allá de las últimas actuaciones de la alcaldesa, pero la decisión de prescindir de todos sus asesores, repartidos en número entre una y otra familia socialista, puede haber supuesto un nuevo punto de inflexión en este desencuentro del que ya se conocen notorios episodios como el vivido el pasado verano. Esta nueva crisis no sólo no está cerrada, sino que acaba de empezar.