Es innegable que, la era digital no solo vino para quedarse, sino que vino para desplazar a todos aquellos que no acaban de adaptarse a lo que, ya no solo es el día a día de los profesionales en el desarrollo de sus obligaciones laborales, sino que es el día a día de todos aquellos ciudadanos que se quieran enfrentar a cualquier trámite que se tenga que realizar con la administración pública, en cualquiera de sus estamentos, sectores o campos…
Y por supuesto que esto es beneficioso, en muchísimos aspectos, ya que con ella han llegado numerosas ventajas en cuanto, a por ejemplo, la comunicación efectiva, no solo con las administraciones, sino con cualquier operador que se encuentre sumergido en la era digital, las largas colas de espera en los edificios públicos han disminuido considerablemente (menos en ambulatorios, hospitales y centros de salud), al igual que en las entidades bancarias, las cuales basan sus servicios en un modelo de “autogestión” practicada por sus clientes, a través de sus páginas webs o sus Apps, olvidándose, eso sí, de aquellas personas que por edad y/o condición, les ha pasado por encima la camada digital.
Pero claro, como todo mar, este también tiene su peligro y precisamente en forma de piratas, al acecho de cualquier descuido del consumidor, cliente o administrado, quienes están, mas expuestos que nunca, al ataque de todos aquellos operarios que mal usan la era digital en busca de beneficios propios, siempre a costa y contra la voluntad de sus navegantes.
En España, más de dos mil personas sufren, a diario, un robo de identidad a través de las diferentes plataformas digitales existentes en la era digital, debido a las numerosas estafas creadas por quienes, hacen del avance de la tecnología su medio de vida y acomodo, llegándose a cuantificar los beneficios obtenidos por piratas informáticos, a través de estafas informáticas,durante el año 2.022, en más de 1.000 millones de euros, incrementándose en un 572,62% este tipo de delincuencia.
Numerosos, y muy buenos, son los medios ideados por los piratas informáticos para conseguir los datos de cualquier usuario que opere por la red, desde mensajes suplantando la identidad de entidades bancarias, hasta anuncios falsos en plataformas de compra y venta de segunda mano, teniendo por objetivo, única y exclusivamente, la obtención del DNI del que, en unos segundos, pasará de ser usuario a victima y de victima a estafador, ya que su identidad será utilizada por un tercero para cometer un hecho delictivo en su nombre.
Cruciales serán los pasos a seguir una vez que seamos conscientes de que hemos sido víctimas, por ser verdugos, de una estafa informática. Extrememos la precaución, naveguemos sobreseguros y seamos conscientes de que en la era digital, también hay banderas negras surcando nuestros mares.
