Cientos compatriotas de Michelle Obama se interesan por los alojamientos en Casas Cuevas de Cortes de Baza

Han pasado tan solo días desde la llegada de Michelle Obama a Granada y ya se empieza a notar lo que podríamos denominar “efecto Obama”. Desde que su esposo Barack Obama se convirtiera en presidente de los Estados Unidos, cada gesto o cada movimiento que ha realizado la pareja ha tenido una repercusión mundial. Y en esta ocasión no iba a ser menos. Ya ocurrió con la visita del Bill Clinton, cuando el ex presidente calificó la puesta de sol granadina como la mejor del mundo, y ahora, de nuevo, Granada vuelve a conquistar América. La visita, además de situar a Granada en la primera plana informativa, aumenta el interés de muchos americanos no sólo por la ciudad, sino también por la provincia. Desde ayer, no han dejado de sonar los teléfonos de los alojamientos granadinos. Según comenta Emilio Ruiz, gerente de Casas Cueva la Teja (situadas en el anejo de La Teja en el municipio de Cortes de Baza, al pie del Parque Natural de la Sierra de Cazorla) en las varias agencias norteamericanas, una de San Francisco y otra de Boston, han querido informarse sobre la disponibilidad de sus alojamientos. Y es que antes de la visita, nunca habían recibido turismo de EEUU, ni un solo correo electrónico, ahora están llegando a cientos desde hace dos o tres días, señala El propietario de estos alojamientos, que no sale de su asombro, pues fue pionero en poner en internet sus Casas Cuevas y nunca antes había sido tan demandadas desde los EEUU y destacando las llamadas y correos electrónicos desde el estado de California. Esto es una muestra de que la presencia de Michelle Obama en la ciudad de La Alambra ya está dando frutos para la economía granadina, concluye diciendo Emilio Ruiz, que no sale de su asombro. “Ojala vengan algunos americanos, porque la cosa esta muy floja, pese a que hemos ajustado los precios, aunque estamos pagando también la confusión creada durante el pasado invierno y primavera con las Casas Cuevas turísticas que son totalmente seguras y están muy cuidadas y nada tienen que ver con lo sucedido con las mal cuidadas y medio abandonadas, pero eso la gente no lo acaba de distinguir”.