Se casan dos gaditanos con el barrio de Puntales como testigo

Antonio Almeida y María Jiménez son desde ayer marido y mujer. Se casaron por lo civil, con la concejala Carmen Sánchez como maestra de ceremonias. Hasta ahí todo conforme, lo anecdótico en este caso es que los contrayentes efectuaron su enlace en el salón de actos de una asociación de vecinos, convirtiéndose así en los primeros novios que se casan con semejante telón de fondo. La sede de San Lorenzo del Puntal fue el templo que albergó la ceremonia de esta pareja del barrio, colaboradores activos de las actividades que se realizan en la asociación.

Más de cien invitados asistieron al enlace vestidos de blanco, a petición de los novios. María hizo su entrada en el salón de actos del brazo de Antonio y con la música de un cuadro flamenco como banda sonora.
El primero en tomar la palabra fue el presidente de la Asociación de Vecinos, José Manuel Hesle, que agradeció a la pareja que haya escogido esta lugar, “el salón de todos los vecinos del barrio de Puntales”, para vivir uno de los momentos más especiales de su vida.

A continuación, la concejala Carmen Sánchez leyó los tres artículos del Código Civil que hacen referencia al matrimonio para, acto seguido, proclamarlos marido y mujer.

Los contrayentes se fundieron en un cariñoso abrazo y sellaron su amor con un beso, delante de familiares y amigos que no dudaron en arrancarse a cantar para que los novios bailaran. Tampoco faltó la tradicional ducha de pétalos y papelillos a la salida del salón de actos para dar la bienvenida a los recién casados. La novia estaba exultante de felicidad y el novio no podía borrar ni un instante la sonrisa de la cara.

Ya a la salida, el ya marido se arrancó a cantar y dedicó a su mujer una copla de Carnaval de la chirigota del Sherif, Los Valientes. En concreto, entonó la famosa última cuarteta del Popurrí, que no podía tener más sentido, aunque esta vez cambiando la letra: ¡Qué se abran las puertas de Puntales!