Plata visita la iglesia de San Francisco

El consejero de Cultura, Paulino Plata, ha visitado esta martes la restaurada iglesia conventual de San Francisco de Ayamonte (Huelva) para supervisar las obras de rehabilitación del templo, que han tenido una inversión de 120.575 euros y se han centrado en la restauración de la fachada principal y la impermeabilización puntual en la cubierta.

Según ha informado la Junta en una nota, Plata, que ha estado acompañado en su visita por el alcalde de la localidad, Antonio Rodríguez, y el delegado de Cultura en Huelva, Juan José Oña, ha explicado el proceso de restauración de la iglesia y las inversiones que su departamento ha realizado en Ayamonte en los últimos años y ha recordado que "San Francisco es, junto a las iglesias del Salvador y Las Angustias, una de las joyas de esta localidad fronteriza".

La Consejería de Cultura ha destinado más de 800.000 euros a la rehabilitación del patrimonio religioso ayamontino, con actuaciones en las tres iglesias citadas, entre otras.

Este montante se enmarca en los dos millones de euros que Cultura ha destinado a la recuperación patrimonial en esta localidad, como la restauración de la Torre Canela (incluida en el Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía), la Casa Grande o el yacimiento arqueológico de Punta del Moral.

En este sentido, el consejero ha señalado que "el patrimonio es una inversión, no un gasto, y resulta clave en el desarrollo del nuevo modelo productivo, más sostenible". Por su parte, el alcalde de la localidad ha agradecido a la Consejería de Cultura "la voluntad a lo largo de 15 años de invertir en el rico patrimonio que tiene Ayamonte".

La iglesia de San Francisco, declarada Monumento Nacional en 1931, fue fundada en 1527 por la marquesa de Ayamonte, Leonor Manrique de Castro, viuda del marqués Francisco de Zúñiga y Guzmán, ambos muy vinculados a la orden Seráfica como patronos de la capilla mayor del convento de Sevilla, donde fueron enterrados.

El edificio sufrió graves daños a consecuencia del terremoto de Lisboa del año 1755, siendo posteriormente reconstruido conservando la nave central y el presbiterio de estilo mudéjar. A causa de la desamortización de Mendizábal fue abandonado y actualmente presenta un uso como típica casa de vecinos. Destacan el retablo mayor del siglo XVI y las pinturas de los escudos de armas del marqués de Ayamonte y de la casa de Béjar.