1.- No realizar las comidas con prisas; los alimentos se masticarán adecuadamente para facilitar una buena digestión.
2.- Se recomienda realizar el desayuno, almuerzo o cena, según corresponda, unas 3-4 horas antes de la estación de penitencia. Cada una de las comidas deberá ser rica en hidratos de carbono entre los cuales se podrán incluir algunos alimentos tales como pasta, arroz, pan, verduras, hortalizas, fruta, yogur, mermelada, ensaladas, zumos, entre otros.
3.- Es aconsejable y necesario incorporar de manera abundante las frutas y verduras en almuerzos y cenas.
4.- Previo a la estación de penitencia se evitarán comidas abundantes, aquellos alimentos que puedan producir pesadez (alimentos grasos, salsas fuertes, excesiva condimentación con especias, derivados cárnicos), gases (legumbres, patatas, quesos fermentados y bebidas gaseosas) y que generen sed tales como salazones, conservas saladas, picantes, bollería industrial, dulces y cafeína.
5.- No se recomienda ayunar, por lo que si la estación de penitencia se desarrolla en horario de mañana será conveniente desayunar aproximadamente unas tres horas antes. Entre los alimentos que pueden incorporarse en el desayuno destacan zumo, lácteo o derivado desnatado, pan, aceite de oliva, mermelada y/o miel.
6.- Durante la estación de penitencia se aconseja que los costaleros y penitentes puedan tomar alimentos energéticos tales como barritas energéticas, frutos secos o plátanos. Tampoco hay que olvidar el uso de bebidas isotónicas por parte de los costaleros para mantener una adecuada hidratación.
7.- En caso de ingerir aperitivos, éstos se usarán para estimular el apetito no para sustituir ninguna de las comidas. Entre algunos de los aperitivos se recomiendan las aceitunas, pescado, gambas, canapés de atún, queso, frutos secos, berberechos, mejillones así como cualquier otra preparación que incorpore verduras y/o hortalizas.
8.- Es aconsejable que en las distintas preparaciones culinarias de los alimentos no abunden los fritos, rebozados o empanados. Se recomienda el consumo de aquellos alimentos preparados al horno, al vapor, hervido o la plancha.
9.- Aquellos costaleros y penitentes con alguna enfermedad aguda o crónica sometidas a tratamiento médico deben de acudir a su especialista encargado del control y evolución de la enfermedad la persona a la que se le deben de dirigir las consultas oportunas sobre los hábitos de alimentación a seguir, ya que una alteración de los hábitos puede agravar o perjudicar la enfermedad.
