No hay una voz única, pues entre los movilizados hay varias opiniones. Unos apuestan por levantar el campamento e iniciar una nueva fase de la movilización con presencia física en la Plaza pero con reuniones en todos los barrios (similares a las que tuvieron lugar el pasado fin de semana en Madrid). Otros creen que es necesario mantener la acampada, para evitar que el efecto del movimiento 15-M se diluya.
Por ello, los jóvenes se citaron a las nueve de la noche para debatirlo. Estaban muy a expensas de lo que se concluyera en grandes ciudades, especialmente, en Madrid. Sin embargo, al cierre de esta edición no habían llegado a una conclusión definitiva.