El centenar de habitantes de Llocnou de la Corona, el pueblo más pequeño de España, siguen afanados este viernes en limpiar de barro las calles y los bajos de las casas con el recuerdo de la visita sorpresa de la cantante Rosalía, cuya presencia ha ayudado a situarlos en el mapa.
"Estábamos aquí y de repente apareció con el coche, fue una sorpresa", cuenta a EFE todavía emocionado Javier, vecino de este diminuto pueblo de tan solo seis calles que el jueves acaparó la atención de los medios de comunicación por la visita de Rosalía junto al chef José Andrés y su ONG, World Central Kitchen.
El joven enseña el vídeo que grabó con su móvil de este inesperado momento y las fotografías que se hizo junto a Rosalía, quien asegura que se puso a llorar al ver los efectos de la dana y le expresó además todo su apoyo.
Rosalía ayudó a descargar camiones con alimentos y otros materiales para este pueblo, situado a menos de diez kilómetros de València y que solo cuenta con un puñado de casas, una iglesia y una farmacia, aunque tenía todo tipo de servicios en las localidades colindantes de Sedaví y Alfafar, ahora afectadas igualmente por la dana.
Las calles están mucho más limpias diez días después de las inundaciones, pero Javier asegura que queda todavía "mucha faena" pendiente, al tiempo que resalta la conexión que hay entre todos los vecinos, que se pusieron en contacto desde el primer momento de la catástrofe a través de sus ventanas y balcones.
Ahora, los pocos vecinos que hay en Llocnou de la Corona trabajan sin apenas descansar para limpiar de barro y escombros el pueblo, donde la visita de Rosalía es uno de los temas recurrentes de conversación un día después.
"Que venga la persona más famosa del siglo XXI ayuda (...) Nadie sabía de nosotros y fue una barbaridad", dice Andrea, que cuenta que se quedó "flipando" cuando comprobó junto a una amiga que quien bajaba del coche junto al chef era la cantante.
La joven también tuvo la oportunidad de hablar y hacerse fotos con la artista, quien afirma que fue "super maja" con todos.
La propia Andrea comenta que ella misma apareció en los medios de comunicación cuando era pequeña, por la curiosidad de ser la única niña que tomó la primera comunión en ese momento en la iglesia del pueblo.
En su caso, tiene la casa en Alfafar, pero se considera de LLocnou de la Corona ya que pasa aquí la mayor parte de su tiempo y, de hecho, ahora está casi todo el día dedicada a su labor de voluntaria en el Ayuntamiento del pueblo, repartiendo comida y productos de higiene y limpieza a las personas que lo necesitan.
"Estamos super agradecidos porque pasamos de estar unos días sin tener nada y el sábado, de repente, se movió por las redes sociales y empezaron a venir un montón de furgonetas (con material donado)", relata con una sonrisa.
A escasos metros de allí, Demetrio, otro vecino del pueblo, limpia la calle, una actividad que le tiene tan ensimismado que confiesa que el jueves no prestó atención a la visita de Rosalía.
"Fue curioso. Vino Rosalía muy maja, se hizo fotos con todos, pero a mí me dijeron: 'mira, está aquí Rosalía'. Y yo dije 'ay, vale' y seguí a lo mío. No le di importancia, no por ella, sino porque estamos un poco trabados y sin darnos cuenta de todo lo que lo que ha ocurrido, la verdad", señala.
En el pueblo más pequeño de España es fácil encontrarse por la calle con su alcaldesa, Paqui Llopis, y más ahora, tras la dana, ya que como el resto de vecinos está volcada en intentar que la zona vuelva poco a poco a la normalidad.
"De momento va todo mucho mejor de lo que iba. Sabemos que esto costará un poquito, pero bueno, poco a poco", declara a EFE.
La alcaldesa asegura que ella tampoco sabía nada de la visita de Rosalía y, al igual que el resto de vecinos, al verla el jueves se quedó "con la boca abierta".
"Muchas, muchas, muchísimas gracias. Nos hizo sonreír, sacar una sonrisa y llorar de emoción", comenta la regidora, que reconoce como el resto de habitantes de Llocnou de la Corona que esta visita les ha dado visibilidad y confía en que sea un estímulo para remontar en mitad de la tragedia.