Las lluvias torrenciales de esta madrugada han inundado el pabellón cubierto de Cullera (Valencia) y han anegado las calles de la localidad, en muchas de las cuales no se puede transitar por el arrastre de materiales como piedras y tierra, si bien no ha habido que lamentar incidencias graves.
Así lo ha explicado a EFE el alcalde de Cullera, Jordi Mayor, quien ha indicado que ha sido una noche "bastante difícil" debido a que ha llovido "mucho en muy poco tiempo", ya que han tenido una tormenta estática encima del municipio que ha descargado más de 90 litros por metro cuadrado en apenas dos horas.
Las lluvias torrenciales han conllevado "el llenado de prácticamente todas las calles de la población", ha indicado el alcalde, que no obstante ha destacado que no han tenido que lamentar ninguna incidencia grave, porque la ciudad "ha drenado bastante bien" y además a primera hora de esta mañana ha dejado de llover.
Sí que ha habido "mucho arrastre de material en muchas zonas de la montaña y calles por las que no se puede transitar", ha explicado Mayor, quien ha señalado que el decreto de la Generalitat Valenciana que restringe la circulación por la alerta roja ayudará a que no circule ningún vehículo que no sea esencial o de emergencia.
El alcalde ha añadido que tienen a varios trabajadores municipales y a todos los voluntarios de Protección Civil sacando el agua del pabellón cubierto que se les ha inundado y movilizados para ver cómo pueden ir solucionando todas las incidencias que ha dejado la lluvia.
Entre esas incidencias, están cortados tramos de la CV-605 en dirección a Tavernes de la Valldigna, el Camí de Ràfol y la calle València, mientras que hay calles donde la acumulación de piedras y tierra dificultan el paso de vehículos y no funcionan los semáforos del cruce de la calle La Beba y Pescadores.