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Jueves 06/02/2025
 
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Valencia

Encontrar el coche 100 días después de la dana: un alivio inesperado que agiliza trámites

La fuerza del agua arrasó con 130.000 vehículos en Valencia, entre ellos el de Carlos Ayas, quien los primeros días lo buscó en calle que "parecían Vietnam"

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  • Cementerio de automóviles. -

La fuerza del agua de la dana de octubre arrasó con 130.000 vehículos en Valencia, entre ellos el de Carlos Ayas, quien los primeros días lo buscó en unas calles que "parecían Vietnam" y luego en una página web en la que, cuando ya no lo esperaba, ha aparecido su matrícula cien días después.

"Me quedo más tranquilo, en cuanto me manden las fotos ya tendré toda la documentación que aportar para que me hagan el peritaje y me paguen la indemnización", explica a EFE Ayas, a quien la riada también le destruyó dos motos que tenía en el garaje, por las que el Consorcio de Seguros ya le ha compensado.

Asegura que había perdido la esperanza de encontrar su coche, que ya imaginaba destrozado, por lo que había pasado de consultar varias veces a diario la web habilitada por la Generalitat para localizar vehículos a hacerlo de vez en cuando, hasta que ahora la respuesta a su consulta ha sido que estaba depositado cerca de Ikea Alfafar.

Coche aparcado en Alfafar

Ayas vive en un adosado en Catarroja a escasos metros del barranco del Poyo, pero comparte el coche con su exmujer, que reside en un bajo de la localidad vecina de Alfafar y la tarde del 29 de octubre lo había aparcado en la calle.

"La suerte que tuvimos mis vecinos y yo es que nuestra calle debe estar en desnivel hacia arriba, por lo que aunque bajaba toda el agua la corriente se nos metía un poquito de refilón. De hecho, el agua nos entró en las casas por el garaje más que por la entrada principal, que tenía taponada con toallas", señala este vecino de Catarroja.

Esa noche durmió pensando que los únicos afectados por la riada eran ellos por la cercanía del barranco, hasta que cuando amaneció al día siguiente vio la dimensión de la catástrofe y decidió ir a buscar a su hija de 10 años y a la madre, pues en la última conversación antes de caer las comunicaciones se habían dicho que les empezaba a entrar el agua.

"Estaba convencido de que iba a ser como con la pandemia, que cuando llegara a las rotondas y enfilara hacia Alfafar habría policías diciendo que no se podía salir, pero allí no había nadie", rememora. Únicamente los altavoces municipales de Catarroja recomendaban no salir de casa y que no se fumara en la calle porque podía haber gasolina de los vehículos.

Las calles parecían Vietnam

Cuando llegó a Alfafar -a pie por la carretera, porque el camino que hay estaba impracticable-, las encontró en casa de unos vecinos. "Les empezó a entrar agua, se confiaron en que no pasaba nada y cuando quisieron abrir para salir ya no podían; unos vecinos tuvieron que romperles la puerta desde fuera y sacarlas", explica. De hecho, la casa ha quedado inhabitable.

Por supuesto, del coche no había ni rastro. "Los primeros días lo estuve buscando por las calles de Alfafar, pero aquello parecía Vietnam; era una locura, los coches amontonados, era imposible acceder incluso a algunas calles para ver si estaba el coche", señala Ayas.

El siguiente paso fue buscarlo en la página web en la que se puede poner la matrícula y si se ha registrado en algún sitio se informa de la ubicación, algo que no había dado resultado hasta ahora. Se desplazó al lugar que le indicaban "pero habría como 300 coches, estuve una hora buscándolo y no lo encontré", recuerda.

En una segunda visita, un policía le recomendó que se acercara a preguntar a la comisaría de Alfafar, donde le han informado de que el Ejército había llevado su coche a un desguace del municipio de Benaguasil, con el que ha hablado por teléfono y se han comprometido a enviarle las fotos para que las pueda trasladar al Consorcio y que se lo tasen.

Ayas afirma que no tenía un "apego sentimental" a su coche y ya no contaba con encontrarlo, pero haberlo localizado tres meses después supone una tranquilidad, pues confía en que agilizará el peritaje para recibir la indemnización que le ayude a comprarse otro vehículo; de momento, está usando el coche de sus padres. 

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