Los grandes poderes económicos en su afán y avaricia sin límites, los que más mandan o desde la sombra o desde el espectáculo de hacer alardes de estar detrás de las grandes decisiones y pretenden comprar el mundo como si fuera su finca particular y privada y nos quieren uniformar para que todos pensemos y actuemos igual, y si es posible no lo hagamos.
No piensen por un momento que les voy a hacer una especie de recorrido sin fin, y que siempre nos quedará la esperanza , que haga posible que todos seamos capaces de ponernos de acuerdo en el bien común y en respetar las instituciones , si lo que defendemos esta bien construido y es beneficioso para la mayoría social , sin abrir más la brecha y que exista más desigualdad.
Esta reflexión va de la necesidad de superar los viejos fantasmas y las mismas mentiras de siempre, va de la de la necesidad de que quienes se dedican a la política y a aquellos otros cuya obsesión es ocupar sillones , muestren algún tipo de sensibilidad hacia como viven y que necesitan los ciudadanos y ciudadanas que les votaron o que no le hicieron pero contribuyen con su trabajo e impuestos a construir una sociedad mejor, aunque no sea fantasiosamente ideal.
La gente de bien de este maravilloso lugar, que es España, en el que hay personajes que solo nos saben contar cuentos y colocarnos en una situación de emergencia social y no son capaces de tender sus manos , sino de empujar hacia el precipicio a todo el que se ponga por delante y que se dedican a acusar a los demás de todo aquello que ellos son responsables.
Entre el asombro y la sorpresa , algunos de estos personajes que no apean de su vocabulario España , la que dicen defender a toda costa, son maniobreros sin alma , ni vergüenza , maestros y doctores en chanchullos , favores , enchufes y pelotazos, de mediocres y oportunistas.
Lejos de pliegues y repliegues, hemos de fijarnos objetivos realistas y entre visiones del mundo dispares y distintas, hemos de esforzarnos en encontrar soluciones creativas, superando todos los altibajos emocionales y sabiendo salir airosos de situaciones complicadas e inverosímiles.
Del asombro a la sorpresa, hemos de saber ilusionarnos, buscando la máxima tranquilidad posible y que nadie afecte a nuestro ánimo, sabiendo que nuestra paciencia va ser recompensada y que por mucha contaminación lumínica que invada nuestras ciudades, no perderemos la ilusión por ver nuestros cielos estrellados y que las amistades y los apoyos nos llenenn de afectos.
Resulta asombroso y sorpresivo que puedan triunfar los villanos , en un mundo en la que son muchos más las gentes buenas, y que entre lo invisible y lo visible, nobleza y sencillez, todo pueda cambiar y evolucionar, pero lo esencial esté siempre ahí y entre amigos y enemigos, aliados y rivales , abucheos y reproches, halagos y lisonjas, haya personajes que nos provoquen con inagotable desfachatez miedos, mientras que haya muchos que nos embelesen y nos inyecten ternura .
Muchas veces, asombrados y sorprendidos , es como si las palabras que pronunciáramos resonaran en nuestro interior con todas sus letras y su musicalidad, con sus rimas y sus disonancias , con sus preparaciones y espontaneidades.
A los ciudadanos y ciudadanas comprometidos nos hierve la sangre y no podemos permitir que quienes nos tienen que dar explicaciones se vayan por las ramas, aunque nuestros líderes empleen con nosotros toda su capacidad de comunicación, su don de la palabra y su magia para asombrar y sorprender , para convencer a los demás , huyendo de las rutinas.