El Gobierno de Canadá ha anunciado este miércoles que aliviará las sanciones financieras contra Siria y que restablecerá la presencia diplomática en el país árabe tras la caída del régimen de Bashar al Assad, que huyó a Rusia el 8 de diciembre ante los avances de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), cuyo líder es ahora el presidente interino sirio, Ahmed al Shara.
"Canadá flexibilizará las sanciones para permitir que las remesas fluyan a través de ciertos bancos en el país, como el Banco Central de Siria. Estas sanciones se han utilizado como una herramienta contra el régimen de Assad. Su flexibilización ayudará a garantizar una entrega de ayuda estable y sostenible, apoyará los esfuerzos locales de reconstrucción y contribuirá a una rápida recuperación en Siria", reza un comunicado conjunto de la ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, y el ministro de Desarrollo Internacional, Ahmed Hussen.
Asimismo, han explicado que para facilitar la entrega de ayuda de Ottawa y otros socios a Damasco, ha emitido un permiso por el cual cualquier persona en Canadá, así como los canadienses fuera del país, pueden "participar en un conjunto específico de actividades y transacciones en apoyo de la democratización, la estabilización y la entrega de ayuda humanitaria a Siria y dentro de ella, actividades y transacciones que de otra manera estaría prohibidas por el Reglamento de Medidas Económicas Especiales".
En este sentido, han mantenido su "compromiso de garantizar que la ayuda humanitaria vital llegue a quienes la necesitan". Hussen anunció 84 millones de dólares canadienses en nueva ayuda humanitaria en respuesta a la crisis en Siria, incluyendo alimentos, agua, servicios se protección, saneamiento e higiene, y atención médica.
Por otro lado, han explicado que la embajadora de Canadá en Líbano, Stefanie McCollum, ha sido nombrada, a su vez, embajadora no residente en Siria. "El restablecimiento de la presencia diplomática de Canadá en Siria contribuirá a promover la colaboración con actores regionales e internacionales, como Naciones Unidas, ONG y otras misiones diplomáticas, para apoyar la paz y la estabilidad política en el país y en la región", han manifestado.
Ottawa ha aprovechado la ocasión para reafirmar su "compromiso de apoyar una transición política pacífica e inclusiva liderada por los sirios que refleje la diversidad étnica y religiosa del país" y ha instado a "todas las partes" a priorizar los esfuerzos encaminados a la desescalada y la reconciliación nacional para "evitar que Siria caiga en la fragmentación y la violencia".
Con todo, han celebrado el acuerdo alcanzado entre las nuevas autoridades de Siria y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) para integrar a las instituciones autónomas kurdo-árabes del noreste del país en el Estado, considerando que es un "posible paso hacia una mayor estabilidad y mejores condiciones para el pueblo sirio", si bien ha afirmado que "su implementación será esencial para garantizar un progreso duradero".
También han expresado su "profunda preocupación por los graves actos de violencia que se están produciendo en las provincias de Tartús, Latakia y Homs", y han condenado "enérgicamente estas atrocidades" y han exigido "medidas necesarias para poner fin a la violencia" y proteger a la población civil".
El enviado especial de Canadá para Siria, Omar Alghabra, ha asegurado que "el anuncio de hoy responde a las necesidades del pueblo sirio y de la sociedad civil siria": "Soy optimista sobre la capacidad del pueblo sirio para forjar un futuro brillante para todos los sirios".
