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Lunes 07/04/2025
 
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Andalucía

El Papa reaparece en público en la Plaza de San Pedro: "Buen domingo a todos y gracias"

El Pontífice, que lleva cánulas nasales para recibir oxígeno, apareció el día de la misa del Jubileo de los Enfermos

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  • El papa Francisco. -

El Papa Francisco ha reaparecido este domingo por la mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano, dos semanas después de recibir el alta hospitalaria.

"Buen domingo a todos y gracias", ha dicho el Pontífice con alguna dificultad desde el altar a los fieles que se encontraban en la plaza durante la misa del Jubileo de los Enfermos.

El Papa, que tenía unas pequeñas cánulas nasales para recibir oxígeno, ha permanecido en una silla de ruedas durante unos pocos minutos, saludando a los fieles.

Francisco, convaleciente en la Casa Santa Marta desde el pasado 23 de marzo, tras ser dado de alta del Hospital Gemelli, sigue registrando ligeras mejorías en su respiración, motricidad y voz, según los últimos datos aportados por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

LA ENFERMEDAD ES UNA ESCUELA

Monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, ha leído la homilía del Papa Francisco en la misa jubilar de los enfermos en la que ha asegurado que "no es fácil" estar enfermo, pero es una "escuela" en la que se aprende a amar y ser amado.

"Queridos hermanos y hermanas enfermos, en este momento de mi vida comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás para muchas cosas, de tener necesidad de apoyo. No es siempre fácil, pero es una escuela en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar, sin pretender y sin rechazar, sin lamentar y sin desesperar, agradecidos a Dios y a los hermanos por el bien que recibimos", ha confesado.

Francisco se ha dirigido a los médicos, enfermeros y miembros del personal a quienes ha asegurado el Señor les "ofrece la oportunidad de renovar continuamente su vida, nutriéndola de gratitud, de misericordia y de esperanza".

"Permitan que la presencia de los enfermos entre como un don en su existencia, para curar sus corazones, purificándolos de todo lo que no es caridad y calentándolos con el fuego ardiente y dulce de la compasión", ha señalado.

Por último, el Pontífice ha asegurado que la habitación del hospital y el lecho de la enfermedad "pueden ser lugares donde se escucha la voz del Señor". "Nos dice también a nosotros: 'Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?'", ha concluido.

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