La Guardia Civil de Cantabria, en el marco de la operación 'Mesotis', ha detenido a doce personas como presuntas autoras de delitos de extorsión, por el método de la sextorsión, contra dos residentes en Cantabria.
Entre las dos víctimas, bajo amenazas contra su integridad física, realizaron una decena de pagos por casi 26.000 euros, si bien consiguieron que las entidades bancarias devolvieran 4.000 euros, por lo que finalmente lo extorsionado ascendió a más de 21.000 euros, ha informado la Benemérita este lunes en un comunicado.
Un equipo de la Guardia Civil, especialista en hechos delictivos a través de las nuevas tecnologías, comenzó una investigación por dos supuestos casos de sextorsión.
En concreto, mediante este método, los ciberdelincuentes envían mensajes reclamando dinero a personas que visitan anuncios de contactos en Internet para "compensarles por haber molestado a las mujeres, esgrimiendo amenazas con mandar sicarios si no aceptan realizar los pagos".
Así, una vez que las víctimas pagan por primera vez, esos mensajes se hacen "recurrentes e incluso más amenazantes", con el objeto de conseguir nuevas transferencias de dinero.
Durante la investigación de estos casos, los agentes situaron a diferentes personas relacionadas con estos hechos en la Comunidad Valeciana, hasta donde se desplazaron efectivos de la Guardia Civil de Cantabria.
Una vez allí, averiguaron la identidad de un hombre que se encargaba de reclutar a personas para trabajar como receptoras del dinero extorsionado en sus cuentas bancarias. Además, localizaron al titular de algunas de las líneas telefónicas utilizadas en estas prácticas.
Finalmente, detuvieron a un total de 12 personas, de entre 18 y 42 años, en Valencia y en Burriana (Castellón), como presuntas autoras de los delitos de extorsión que se estaban investigando, en colaboración con la Guardia Civil de la Zona de Valencia.
La Guardia Civil de Cantabria ha recordado que el pasado mes llevó a cabo una operación "similar" contra la sextorsión, denominada 'Acrodabae', en la que se desarticuló un grupo criminal con cuatro detenidos.
El método utilizado era similar al de este caso y se consiguió sacar a la luz más de 250 víctimas con las que los ciberdelincuentes habrían mantenido conversaciones amenazantes, realizándose detenciones y registro en Valencia.
