La Guardia Civil ha detenido a dos hombres por ser presuntamente miembros de un grupo criminal al que se le atribuye el asalto, armados con subfusiles de guerra, de un club de cannabis de la localidad alicantina de San Fulgencio. Después del robo extorsionaron al gerente para hacerse con la dirección del negocio y lo amenazaron con matarlo si denunciaba los hechos.
A principios del pasado noviembre, el gerente de este club denunció en el cuartel de Guardamar haber sufrido un violento asalto unas semanas antes, cuando varios hombres atracaron armados el establecimiento que regentaba y sustrajeron todo el dinero en metálico que había en ese momento: alrededor de 600 euros, además de 5.000 euros en productos de origen cannábico.
Los asaltantes se hicieron con la dirección del negocio. Tras el atraco, exigieron al gerente el pago de 25.000 euros, además del 50% de las ganancias que registrara a partir de ese momento, informa el instituto armado.
En un principio, la víctima temió denunciar los hechos porque los autores lo habían amenazado de muerte. Como intimidación, enviaron al gerente vídeos exhibiendo subfusiles de guerra, en los que le decían que, si no cumplía, irían a por él y su familia.
Tras las pesquisas, los agentes identificaron a uno de los dos sospechosos, que fue detenido en San Fulgencio el pasado 6 de noviembre. Se trata de un hombre de 33 años para el que el juzgado decretó su ingreso en prisión.
El otro, un hombre de 32 años, logró escabullirse en aquel momento, pero pocos meses después la Guardia Civil lo ubicó en Orihuela Costa (Alicante). Los investigadores comprobaron que había permanecido oculto fuera del país y que había cambiado legalmente su filiación, probablemente con la finalidad de dificultar su localización. Fue arrestado en Orihuela Costa el pasado 8 de abril.
SE COLÓ EN CASA DE UNOS ANCIANOS PARA EVITAR LA DETENCIÓN
Este hombre se resistió activamente y trató de darse otra vez a la fuga, hasta llegar a entrar en un domicilio en el que retuvo a un matrimonio mayor. Finalmente logró ser reducido y detenido por los agentes, que sufrieron lesiones. El matrimonio retenido fue liberado y se encuentra en buen estado de salud.
Se le imputan los delitos de extorsión, robo con violencia e intimidación, detención ilegal, atentado a agentes de la autoridad y pertenencia a grupo criminal. El pasado 11 de abril, el segundo detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Orihuela, que decretó también su ingreso en prisión.
Se realizaron dos registros en Orihuela Costa, en un domicilio y en un antiguo club de cannabis del que se acababa de anunciar que reanudaba la actividad y que estaba en proceso de rehabilitación. Los agentes comprobaron que habían modificado la distribución del interior del local, que contaba con varias plantas, ocultando el acceso a algunas de las estancias, para realizar la actividad ilegal sin ser descubiertos.
Se intervinieron dos armas de fuego, dos subfusiles de guerra, gran cantidad de munición para los subfusiles y 85 pastillas de tusi. La operación se desarrolló de forma conjunta entre el equipo especializado en la lucha contra la delincuencia organizada y antidroga (EDOA) y el equipo territorial de Policía Judicial de Guardamar del Segura.
La investigación continúa abierta y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones o se localice a más víctimas.
