De regreso en Gran Canaria tras vivir su Semana Santa más especial entre Córdoba y Sevilla junto a David Rodríguez y su hija Alma, Anabel Pantoja ha pasado por quirófano para acabar con un molesto y preocupante problema que sufría desde el momento en el que se convirtió en madre.
Ha sido ella misma la que ha contado con todo lujo de detalles el motivo por el que ha decidido operarse en una clínica estética cercana a su residencia de Arguineguín, compartiendo en primer lugar una historia en la que se aprecia una de sus orejas descubiertas y el resto del cuerpo tapado con una sábana quirúrgica en color azulón: "Hoy me han intervenido quirúrgicamente, pero nada grave. Os quiero contar qué me ha pasado para que podáis evitarlo" ha explicado.
"Llevo desde las 10 de la mañana fuera de casa. Hemos tenido un día brutal, pero todo ha sido para mejorar. He acabado quirúrgicamente intervenida" ha revelado en un vídeo ya desde el salón de su casa. Como ha relatado, "todo viene del día que di a luz a Alma. Me quité estos pendientes, porque evidentemente me los tenía que quitar y se me olvidó ponérmelos. A los dos días tenía los agujeros cerrados".
Y no solo eso, ya que además se le formaron unos bultos de tamaño considerable en las orejas que, como ha asegurado, "no duelen pero molestan". "Pensaba que eran granos infectados, mierda, etc. En un ambulatorio no me lo hacían y he tenido que buscar un médico estético para que después quede bien" ha apuntado, desvelando que su problema se llama "quiste de inclusión térmica" ("Con mis palabras, un quiste de tu propia piel" ha explicado), mostrando un vídeo en el que se puede ver los quistes hinchados y enrojecidos en una de sus orejas.
Además, no ha dudado en compartir en otra historia, advirtiendo antes que la imagen no era agradable, los bultos de grasa que le han extirpado de la zona, que ha comparado con las islas de Gran Canaria y Lanzarote "vistas desde el cielo" (eso se llama tener imaginación). "Me han dicho que parecía un garbanzo. Si lo hubiéramos dejado más, la cosa hubiera pintado mal", ha dicho, aconsejando a sus seguidores que vigilen este tipo de cosas y les pongan solución cuanto antes para evitar compliciones.
Por último, Anabel ha lanzado un mensaje tranquilizador asegurando que está bien, aunque ha querido reflexionar con la razón por la que ha llegado hasta el punto de tener que pasar por quirófano. "Es verdad que al final me he dejado de ir porque desde que nació Alma hasta ahora mismo no lo he echado en cuenta y ese es el problema, que siempre priorizamos cosas", ha reconocido.