La Asociación Profesional de Inspectores de Pesca (APIPES) ha advertido este viernes de que la decisión del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de permitir sacrificios de atún en almadraba sin presencia de inspectores "pone en riesgo la reputación internacional del atún rojo de Cádiz" y podría tener serias consecuencias para el sector en el futuro reparto de cuotas de pesca.
La mayor preocupación del colectivo es la decisión de eliminar la presencia de inspectores de pesca en los sacrificios en fresco. "Esto implica que una actividad que estaba 100% verificada por inspectores y que otorgaba un valor añadido al pescado pierda esas garantías"A la espera de la nueva reunión de la Mesa de Negociación convocada para el próximo 29 de abril, APIPES denuncia que el Gobierno ha optado por "incumplir varias normas" para sacar adelante la campaña de almadraba. Según explican, se ha desplazado a inspectores desde servicios centrales "sin respetar el descanso semanal obligatorio" y "sin la formación en seguridad requerida", vulnerando normativas laborales y de prevención de riesgos.
Sin embargo, la mayor preocupación del colectivo es la decisión de eliminar la presencia de inspectores de pesca en los sacrificios en fresco. "Esto implica que una actividad que estaba 100% verificada por inspectores y que otorgaba un valor añadido al pescado pierda esas garantías", denuncian.
La consecuencia inmediata será, advierten, que "el precio que paguen los clientes por el atún será menor" al perderse la certificación que aseguraba la trazabilidad y legalidad del producto. "El Gobierno pone en riesgo la marca 'Atún de Almadraba de Cádiz'", subraya APIPES, recordando que inspectores y almadraberos "han luchado juntos mucho tiempo para lograr una reputación intachable".
Más allá del impacto comercial inmediato, APIPES advierte que esta decisión puede tener consecuencias graves a nivel internacional. "La disminución del control podría afectar negativamente al posicionamiento de España en la revisión del reparto de cuota del atún rojo en ICCAT a finales de año", alertan. La pérdida de confianza por parte de la Comisión Europea y la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA) podría derivar en un "aumento del nivel de riesgo aplicado a España y en una futura disminución de cuota".
"España era un referente mundial en el control de esta pesquería y ahora corre el riesgo de perder esa posición por una irresponsabilidad de Luis Planas e Isabel Artime", lamentan desde APIPES.
La Asociación considera que esta medida "no resuelve el conflicto laboral" y solo supone "un parche puntual que puede acarrear un futuro desastroso para el sector atunero". Insisten en que "el grueso del trabajo de control en la almadraba está en los procesadores" y urgen al Gobierno a buscar una solución real y negociada que permita recuperar la normalidad en los puertos.