Más del 80% de los andaluces comparten un deseo común que podría transformar su vida sexual. Así lo refleja un estudio realizado por la marca Durex, que ha puesto cifras a una percepción extendida pero poco verbalizada: la búsqueda de una conexión más intensa durante las relaciones íntimas.
Según los datos recogidos, el 76% de la población andaluza ha tenido relaciones sexuales sin preservativo en algún momento, y uno de cada cinco lo hizo expresamente para mejorar la experiencia en términos de sensibilidad y comodidad. Este comportamiento refleja una inquietud generalizada: muchos consideran que hay algo esencial que se pierde con los métodos tradicionales de protección.
Uno de los hallazgos más destacados es que el 84% de los andaluces encuestados considera que sentir el calor corporal de la pareja mejoraría notablemente sus relaciones sexuales. Esta simple pero poderosa sensación se percibe como clave para recuperar la autenticidad del contacto físico.
El estudio también identifica que los millennials andaluces son el grupo que más dificultades encuentra al usar preservativo, con un 53% de ellos señalando precisamente la falta de calor como el principal inconveniente. Aunque no se detectan grandes diferencias entre hombres y mujeres en la muestra, sí emergen matices: ellos valoran más la sensibilidad, mientras que ellas priorizan la seguridad y la comodidad.
Pese a estas carencias, la protección sigue siendo un valor sólido: el 96% de los andaluces declara que los preservativos influyen positivamente en su vida sexual, por encima del 86% registrado a nivel nacional. Esto indica que, lejos de renunciar a la seguridad, los usuarios buscan avances que permitan una experiencia más natural y emocionalmente satisfactoria.
