El gran apagón dejó a decenas de miles de personas atrapadas en los trenes, en medio de parajes en ocasiones desconocidos por los viajeros, con la angustia propia de la situación, pero también con la incertidumbre extendida en este tiempo oscuramente enigmático, con guerras, bulos y aranceles que apuntan hacia todos. El apagón nos devolvió el transistor a pilas, en el que los goles del ‘Carrusel Deportivo’ de Dani Garrido suenan igual que en el remoto ‘Carrusel’ de Vicente Marco. Pero en el ambiente de ese día flotaba una atmósfera extrañamente inquietante. Los trenes no arrancaban. ¿Cuánto tiempo habría que esperar? Pero en uno de esos trenes viajaban los cómicos, los sucesores de aquellos del viaje a ninguna parte, la sensacional película de Fernando Fernán Gómez, los intérpretes de la función ‘El Médico-El Musical’, que en medio del desasosiego general del tren varado decidieron interpretar números musicales improvisados de ‘El Médico’ de vagón en vagón, a fin de animar a un pasaje inquieto y desolado. Esos cómicos se desplazaban después de sus funciones en Torrevieja y antes de su parada en Zaragoza, donde actúan en el Teatro Principal hasta el 18 de mayo. Los cómicos cantando, sí, entre las tinieblas de nuestro tiempo. “A ritmo de las canciones del propio musical lograron animar a los viajeros y aliviar la espera con humor, talento y mucha humanidad”, se explica en un comunicado emitido por beon.Entertainment, la productora de ‘El Médico’. El espectáculo se basa en el colosal libro que Noah Gordon publicó en 1986, y se estrenó en Madrid durante la primavera de 2022, para emprender después una larga gira por España. Han visto ‘El Médico’ unos 300.000 espectadores. “La vida es muy dura; es difícil soñar”, afirma un personaje, frase con la que se identificaría absolutamente en un momento de pesimismo algún pasajero, pero lo que late en el subsuelo del espectáculo es la necesidad de perseguir los sueños, como hace, enfrentándose a todo tipo de adversidades, Rob J. Cole, el protagonista, insistiendo incansablemente en su vocación de médico.
Los cómicos, sí, pusieron luz en aquel tren. Seguiremos bailando mientras dure la fiesta, afirmaba una añeja canción. Pero lo esencial radica en que los actores actúen tranquilamente en el teatro, que el Gobierno halle y explique la causa del apagón, y que no vuelva a vivirse en España otro día como el lunes 28 de abril. El fundido en negro es para el cine, y las bicicletas –de los cómicos- son para el verano.