El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena que suma un total de diez años de prisión, seis por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y otros cuatro por dos homicidios imprudentes, a uno de los tres acusados de organizar una travesía en patera desde Argelia a las costas de Almería en abril de 2023, en la que murieron dos personas.
En su sentencia, consultada por Europa Press, el alto tribunal andaluz desestima el recurso de apelación presentado por la defensa, que pedía la nulidad del juicio por "vulneración del derecho a la traducción" y "errores en la valoración de la prueba". La Sala ha señalado que, tras revisar íntegramente la grabación del juicio, "no ha sido posible advertir la más mínima irregularidad" y ha rechazado que lo alegado por la defensa haya supuesto "afectación real del derecho de defensa".
La Audiencia Provincial de Almería condenó también a los otros dos acusados, con penas de cuatro años de prisión por el mismo delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y un año de cárcel por cada homicidio imprudente. Estas penas no han sido recurridas y se mantienen vigentes.
Los hechos se remontan a la madrugada del 16 de abril de 2023, cuando una patera de pequeñas dimensiones, sin condiciones mínimas de seguridad y equipada únicamente con un chaleco salvavidas, partió desde una playa cercana a Orán, en Argelia, con 20 personas a bordo, que habrían pagado una media de 7.500 euros cada una para llegar de forma ilegal a España.
Durante el trayecto, la embarcación sufrió una avería y quedó a la deriva a unas 32 millas de la costa de Almería durante casi 40 horas, expuesta al oleaje, sin alimentos ni agua.
El tribunal ha considerado probado que los acusados actuaron "con pleno conocimiento de que carecían de las autorizaciones necesarias para la entrada en España" y que "pusieron en grave riesgo la vida y la salud" de los ocupantes al embarcarlos en una nave "totalmente inadecuada" para ese tipo de travesía. La patera, además, iba sobrecargada y transportaba garrafas de combustible que aumentaban el riesgo de incendio y afectaban a su estabilidad.
Durante el viaje, dos personas fallecieron. Una de ellas murió "tras comenzar a tiritar cada vez más hasta que falleció", mientras que la otra "bebió agua del mar para calmar su sed, comenzó a vomitar y murió poco después".
Según la sentencia, los acusados ordenaron "arrojar los cuerpos de los fallecidos al mar" y pidieron a los pasajeros que "ocultaran lo ocurrido" si eran rescatados. Finalmente, el grupo fue localizado y auxiliado por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil en la tarde del 17 de abril.
El tribunal ha subrayado que el acusado "asumió en todo momento funciones de dirección frente a los pasajeros", fue quien "dio instrucciones en la playa", "ordenó subir las garrafas a la embarcación" y "se puso a los mandos tras el accidente".
Además, ha descartado aplicar un subtipo atenuado al entender que "no era un migrante más", sino que formaba parte de la organización y se "lucró económicamente" con el viaje. La sentencia es firme salvo que se interponga recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS) en el plazo de cinco días.