Tiene 55 años de edad y ha ejercido como mecánico de motocicletas del Ayuntamiento los últimos 22. Hace “algo más de dos meses” se encontró con la sorpresa de que el taller mecánico de la Ronda del Caracol –junto al Taller de Fiestas- iba a ser desmantelado y desde entonces no se le ha concretado un destino en el que poder desarrollar sus funciones, hasta el punto de que reconoce que a día de hoy está cobrando por no hacer nada.
“Estoy cobrando, pero no puedo seguir así. Es una situación complicada de soportar, porque cobrar sin trabajar puede parecer un premio, pero desde luego para mí no lo es”, asegura Antonio Cabral, mientras lamenta la experiencia que ha venido viviendo en estos últimos meses, de “paseos por el patio” del lugar al que acudía normalmente a desarrollar su labor sin saber qué hacer.
Como quiera que “el 85 por ciento” del trabajo que hacía hasta hace un par de meses consistía fundamentalmente en garantizar el mantenimiento de las motocicletas de la Policía Local, en principio se le planteó el traslado físico a la nueva Jefatura de la avenida de la Universidad.
Lo cierto, sin embargo, es que han ido pasando las semanas y ese traslado sigue todavía pendiente de materializarse.
Mientras tanto, se le han propuesto otros trabajos alternativos, tan dispares como “enterrador en el cementerio” o pintor “de brocha gorda”.
Este empleado municipal ha rechazado esas labores porque carece de la preparación que entiende que precisan unos oficios que nunca ha realizado.
“Tengo plaza de oficial de oficios, pero mi vinculación con el Ayuntamiento desde hace 22 años es la de mecánico de motos, que es lo que sé hacer”, subraya.
Tampoco entiende que no se le haya asignado un destino concreto porque alguien debe ocuparse de garantizar el mantenimiento de las motos y no existe constancia de que ese servicio se haya externalizado.
La sección sindical de UGT ya ha tomado cartas en el asunto, enviando un escrito al delegado municipal de Recursos Humanos, José Ignacio Martínez, para poner estos hechos en su conocimiento.
“No comprendemos cuál puede ser el motivo por el que este trabajador permanece sin actividad, máxime cuando existe una importante flota de vehículos que debe mantenerse. Además, alguien deberá justificar esta situación”, argumenta UGT, que deja claro que este empleado “tiene categoría de oficial mecánico y no está cualificado para realizar funciones de enterrador, pintor, albañil o carpintero, tal y como se pretende desde la Dirección de Recursos Humanos”.
En breve tendrá el destino ‘deseado’
Desde el Ayuntamiento se asegura que actualmente se están ultimando los trámites para que este trabajador se incorpore a la Policía Local en breve y pueda continuar asumiendo el mantenimiento de las motocicletas, que era la intención inicial.
En caso contrario, UGT entiende que podríamos estar ante un caso de acoso laboral (mobbing).