El proyecto Sigena Mágica, impulsado por el astrofísico y filántropo aragonés Juan Naya, ha sido distinguido con el Premio Ingenio Azul 2025, otorgado por la Fundación Ingenio Azul, por su trabajo y perseverancia en la recuperación y recreación de la Sala Capitular del Real Monasterio de Santa María de Sigena.
Este galardón, que celebra su primera edición, reconoce aquellas iniciativas que, alineadas con los fines de la Fundación, contribuyen al embellecimiento y enriquecimiento del panorama artístico y cultural aragonés.
En esta primera edición de los premios, también se ha concedido el Premio Futuro Azul 2025 a la Casa Moneva, en reconocimiento a su trabajo de rehabilitación y por su compromiso con la memoria arquitectónica de la ciudad de Zaragoza.
Ambos premios están dotados con un trofeo conmemorativo y una aportación económica de 17.000 euros cada uno. En el caso de Sigena Mágica, esta ayuda se destinará íntegramente a continuar la restauración de nuevos techos —los alfarjes— de la Sala Capitular del Monasterio de Sigena, considerada por los expertos como la Capilla Sixtina del románico europeo, uno de los conjuntos artísticos más excepcionales del patrimonio nacional.
La Fundación ha valorado especialmente la proyección cultural y social del proyecto, que ha permitido revivir la Sala Capitular de Sigena a través de reconstrucciones físicas, tecnología de realidad virtual, y un intenso trabajo de documentación y colaboración internacional.
“Recibir el Premio Ingenio Azul 2025 es un reconocimiento muy importante y profundamente significativo para todo el equipo de Sigena Mágica. Este proyecto nace del deseo de recuperar un patrimonio que pertenece a todos los aragoneses y españoles. Que este esfuerzo sea valorado de este modo nos llena de gratitud y nos anima a seguir adelante con más fuerza que nunca”, ha declarado Juan Naya.
Por su parte, Emilio Parra, presidente de la Fundación Ingenio Azul, ha destacado que “con los Premios Ingenio Azul queremos visibilizar proyectos que transforman y embellecen nuestro entorno desde la cultura. Sigena Mágica es un ejemplo extraordinario de cómo la tecnología puede ponerse al servicio del arte y del patrimonio para recuperar un legado que es clave no solo para Aragón, sino para toda España. Esta iniciativa demuestra que es posible unir tradición e innovación para devolver a la sociedad un bien cultural de valor incalculable”, en declaraciones que recoge Servimedia.
La ceremonia de entrega de los galardones tuvo lugar este martes 27 de mayo en el Palacio de Berbedel (S.XVI), comarca de Valdejalón (Zaragoza), en un acto que congregó a los representantes de los dos proyectos premiados y que contó con la entrega oficial de los reconocimientos por parte del propio Emilio Parra, presidente de la Fundación.
Sigena Mágica
Sigena Mágica fue un proyecto cultural y patrimonial que buscó recuperar y dar a conocer la extraordinaria riqueza artística de la Sala Capitular del Monasterio de Sigena, destruida en 1936. Liderado por Juan Naya, logró reconstruir virtual y físicamente parte de su esplendor original mediante tecnologías digitales, artesanía tradicional y una extensa labor de investigación histórica.
Una de sus expresiones más destacadas fue la película documental El Sueño de Sigena, dirigida por Jesús Garcés Lambert, que narró la historia de esta reconstrucción y la promesa personal que motivó su origen. El filme fue reconocido en festivales nacionales e internacionales y contribuyó a visibilizar el valor universal de este legado.
Sigena Mágica también impulsó una exposición inmersiva, instalada en los antiguos Depósitos Pignatelli de Zaragoza, que recreó a escala real las pinturas murales, los techos policromados y escenas clave de la Sala Capitular, combinando realidad virtual, reproducción artesanal y tecnología audiovisual. La muestra recibió una gran acogida por parte del público y la crítica, superando las 15.000 visitas y posicionándose como una de las experiencias culturales más valoradas del año en Aragón.
El proyecto continúa su curso con el objetivo de restaurar los doce alfarjes originales de la Sala Capitular del Monasterio de Sigena, combinando arte, tecnología y legado, y contribuyendo a la recuperación de un patrimonio único para las generaciones presentes y futuras.