El Gobierno niega las acusaciones de corrupción lanzadas por el Partido Popular tras los últimos audios en los que una militante socialista pide información comprometedora contra un jefe de la UCO de la Guardia Civil y un fiscal anticorrupción y descarta que los socios de investidura de Pedro Sánchez vayan a apoyar una hipotética moción de censura presentada por el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
Para el Gobierno no existe ninguna trama, no hay corrupción y por tanto sus socios parlamentarios no se van a prestar a respaldar una moción de censura liderada por el PP porque "no están locos", según indican fuentes de Moncloa, que ven poco recorrido a la propuesta deslizada este jueves por Feijóo.
El líder del PP convocó una manifestación el 8 de junio para que los ciudadanos protesten contra la "corrupción" y la "putrefacción" que a su juicio rodea a Sánchez, en referencia a los últimos audios de la militante Leire Díez y a casos anteriores como las investigaciones a la mujer y el hermano del presidente, Begoña Gómez y David Sánchez, y al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Además ha retado a los socios del Gobierno a activar la moción de censura para que los españoles no les consideren "cómplices".
En el Gobierno ven reprobable el comportamiento de Leire Díez, que ofreció pactos con la Fiscalía y la Abogacía del Estado a personas con causas pendientes con la Justicia a cambio de información comprometedora contra funcionarios públicos.
Niegan además que la mujer trabaje para el Gobierno o para el partido pero apostillan que, según las grabaciones no estaba tratando de fabricar pruebas falsas sino, en todo caso, intentando descubrir si había una campaña de la UCO contra el Gobierno.
En todo caso las fuentes consultadas admiten preocupación porque esté calando la idea de que existe una gran trama de corrupción del Gobierno, cuando es falso y en este momento no hay ninguna prueba que lo pueda sostener, según afirman.
Lo que hay, se quejan, es una gran mentira construida y utilizada por el PP para generar una sensación de que el Gobierno es corrupto sin dato alguno que lo pruebe. Reprochan además que se estén dando por buenas frases sacadas de contexto, en referencia a la conversación del empresario Javier Pérez Dolset en la que relaciona a Sánchez, al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y a Leire Díez.
SÁNCHEZ NO COMPARECE
Este jueves, Sánchez ha aparecido ante los medios en La Moncloa tras una reunión con el primer ministro de Eslovenia, Robert Golob. Aunque a principios de semana estaba prevista una rueda de prensa, finalmente han hecho una declaración institucional y no han permitido preguntas de los periodistas.
En Moncloa justifican la decisión, conscientes de que las preguntas podrían girar en torno a los audios de Díez y los mensajes de Sánchez con el exministro José Luis Ábalos, asuntos sobre los que todavía no se ha pronunciado.
El Gobierno prefiere evitar que el jefe del Ejecutivo se pronuncie sobre estos asuntos para no darles pábulo y evitar que tengan más espacio en los medios de comunicación porque no tienen fundamento, según señalan.