El tiempo en: Valencia
Jueves 05/06/2025
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Valencia

Alumnos de la PAU afectados por la dana: "Para nosotros el curso empezó en febrero"

"Nadie estaba preparado para esto", afirma una profesora, que destaca el apoyo mutuo

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Alumnos durante la primera jornada de selectividad 2025 en Valencia. -

"Para nosotros el curso empezó en febrero". Esta es la realidad en la que coinciden varios alumnos afectados por la trágica dana del 29 de octubre y que desde hoy, como más de 23.000 jóvenes de la Comunitat Valenciana, afrontan la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).

Así lo explica Roberto, estudiante del IES María Carbonell de Benetússer, una de las localidades ubicada en la zona cero de la barrancada.

"Estuvimos sin ir a clase casi dos meses y, cuando volvimos, tampoco tuvimos clases presenciales, sino un mes online. Después volvimos con clases de diez de la mañana a seis de la tarde, porque el pasillo de abajo (del instituto) estaba todo destrozado y lo estaban arreglando", rememora en declaraciones a Europa Press Televisión. Además, muchos damnificados ni siquiera podían estar en sus casas y, "quieras o no, comparado con otros, pues no estudias igual que en tu casa".

De este modo, "para nosotros básicamente el curso empezó en febrero o marzo, porque lo que dimos en septiembre y octubre no lo volvimos a repasar hasta febrero". "El curso para nosotros empezó cuando volvieron las clases, la rutina, de 08.00 a 14.00 horas, con el pueblo ya más o menos bien, ahí es cuando empezó la normalidad para nosotros", ha insistido.

Roberto subraya que para los estudiantes valencianos que han padecido la dana "ha sido un curso muy diferente" porque tenían "cero rutina". "Y cuando volvimos a la rutina, hubo cuatro días de alerta roja, el apagón...", apostilla.

Y añade que, si ya la Selectividad es un momento complicado, para este colectivo lo ha sido "bastante más porque estas últimas semanas los profesores tenían que acabar temario que no habías podido dar". En este sentido, ha puesto como ejemplo el examen de Castellano realizado hoy, en el que se han planteado preguntas de Sintaxis sobre oraciones surbordinadas --"yo no he llegado a examinarme de eso", ha recalcado Roberto-- o Federico García Lorca, que se ha abordado "deprisa y corriendo".

Esto ha hecho que alumnado que necesita notas altas, como puede ser el caso de Medicina o Matemáticas, haya optado por presentarse en julio directamente. A Roberto le gustaría cursar Relaciones Laborales y confía en obtener la puntuación necesaria para ello.

Otro compañero, Pedro, del mismo IES, coincide en que "ha sido bastante complicado afrontar este curso por la situación de la dana porque nuestro curso empezó cuando volvimos a las clases presenciales, sobre todo el horario normal".

"Tengo muchos amigos que han perdido casas, familiares o empleos debido a que no podían llegar al trabajo por toda la movida que había. En el momento en el que sucedió la dana, por ejemplo, para ir a trabajar tenías que salir cinco horas antes porque había atascos de horas y horas para salir del pueblo. Fue una situación muy difícil en la que con el apoyo de todo el pueblo pudimos salir adelante. Y ahora estamos bastante mejor de lo que yo me esperaba, la verdad", señala el joven, que desea estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Yacin, que también ha sufrido la dana en Benetússer, cree que hay diferencias entre el alumnado perjudicado por la tragedia y el resto: "Al final, el tiempo que se perdió en la dana lo tienes que compensar en las últimas semanas antes de la Ebau, y, en lugar de repasar el temario anterior, tienes que aprender temario nuevo, y no te da tiempo a repasar todo lo que has hecho a lo largo del curso". Aun así, se muestra confiado en lograr su objetivo y entrar en Ingeniería en Gestión Empresarial.

Eva Belmonte es tutora de 2º de Bachillerato, profesora de Inglés y coordinadora del IES María Carbonell i Sánchez de Benetússer.

Ella también declara que "ha sido un curso más duro de lo habitual al tener que hacer frente a cuantiosas pérdidas materiales y, en algún que otro caso, también personales".

"CONTRARRELOJ"

La docente explica a Europa Press que "la sensación de ir contrarreloj ha sido constante desde entonces: en noviembre no fue posible dar clase, en diciembre clases online para 2º Bachillerato y docencia telemática para el resto de niveles. En enero volvimos a las aulas de manera progresiva. Durante las clases online había problemas de conexión, ya que internet funcionaba de manera intermitente y, además, no todos los alumnos disponían de algún dispositivo para poder conectarse y seguir las clases. Algunos se iban a casa de algún amigo o compañero que sí tenía esa posibilidad. La primera evaluación fue anómala ya que casi no habíamos tenido tiempo de hacer exámenes, pruebas, trabajos, etc., así que consideramos que no debía tener apenas peso en el curso académico".

Ante esta situación, en noviembre y parte de diciembre los tutores llamaron a todas las familias en varias ocasiones para saber en qué situación se encontraban: si habían sufrido pérdidas (materiales o personales) y por supuesto cómo se encontraban anímicamente tanto alumnos como padres. "El día que volvimos a clase (un par de días antes de las vacaciones de Navidad) fue muy emotivo ya que todos teníamos ganas de volver a la rutina y a una cierta "normalidad". Les recibimos con una gran pancarta y haciendo pasillo desde la entrada al centro hasta el patio aplaudiendo con todas nuestras fuerzas, militares incluidos", recuerda.

ALUMNOS QUE LO PERDIERON TODO

La profesora alude al estado de ánimo del alumnado y expone que "ha habido un poco de todo". "Es evidente --prosigue-- que los alumnos que perdieron todo, y todo es todo, lo han tenido mucho más complicado que los demás, pero han sabido superar o adaptarse a esa situación nada fácil y merecen un reconocimiento especial. Las chicas han mostrado un poco más sus emociones y me han contado inquietudes, preocupaciones, problemas, etc. En cambio los chicos han intentado mantener la compostura en todo momento y les ha costado mucho más abrirse y exteriorizar sus sentimientos. En cualquier caso, son geniales", exclama.

Sobre la gestión de la crisis por parte de la Conselleria de Educación, la docente afirma: "La verdad es que hemos gestionado prácticamente todo nosotros. Los alumnos sabían que podían contar con los tutores para cualquier cosa que necesitaran, tanto a nivel material como emocional, con el Departamento de Orientación, que ha hecho una labor fantástica, y si lo consideraban conveniente también podían pedir ayuda externa a través de nosotros".

"Es cierto que la Conselleria ha enviado a empresas para reparaciones, limpieza y otros asuntos, pero sí hemos echado en falta más transparencia y sentir que de verdad estaban con las zonas afectadas. Nuestro equipo directivo ha hecho una labor titánica y ha estado pendiente de todo desde el primer momento. También debo mencionar a los militares, bomberos, empresas y cientos de voluntarios sin los cuales no tendríamos el instituto en las condiciones actuales. Sólo espero que una situación de este calibre no se repita", ha remarcado.

Y admite que para los profesionales "no ha sido nada fácil" afrontar la realidad postdana. "Nadie estaba preparado para esto y en algunas ocasiones se nos caía el alma a los pies cuando nos contaban cómo vivieron ese fatídico día 29 de octubre y las consecuencias posteriores. Nos hemos apoyado unos en los otros siempre pensando que no se podía tirar la toalla y que los alumnos merecían que hiciéramos todo lo posible por ellos".

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN