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Lunes 16/06/2025
 

Acento andaluz

Las peligrosas asimetrías territoriales

Andalucía está viviendo paulatinamente un trasvase de población rural al litoral y a las grandes capitales. Es una evidencia que confirman varias estadísticas

Publicado: 15/06/2025 ·
21:30
· Actualizado: 15/06/2025 · 21:31
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  • Agricultura en Doñana. -
Autor

Fernando Pérez Monguió

Presentador de 'Acento Andaluz' en 7 Televisión y jefe de informativos de la Cadena SER Andalucía

Acento andaluz

Fernando Pérez Monguió analiza en este espacio la actualidad andaluza, con fibra progresista y corazón social

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Andalucía está viviendo paulatinamente un trasvase de población rural al litoral y a las grandes capitales. Es una evidencia que confirman varias estadísticas desde hace años, pero ahora este proceso se está acelerando. Así lo han denunciado en los últimos días en el programa Acento Andaluz de 7 Tv Andalucía dos voces autorizadas del campo andaluz, los nuevos secretarios generales de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA) y de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Andalucía, Jesús Cózar y Juan Luis Ávila, respectivamente.

Lo que pudiera parecer un movimiento poblacional natural de gente joven atraída por la oferta laboral del turismo y por la posibilidad de estudiar y desarrollarse en otras profesiones ajenas al campo, encierra otras variables que las administraciones públicas no debieran desdeñar por el peligro que están provocando al incentivar indirectamente este tránsito del campo a la ciudad. Y son precisamente las apuestas inversoras que Junta de Andalucía y Gobierno central están volcando para arropar al turismo y a otras actividades productivas en los grandes núcleos urbanos y en los municipios costeros andaluces.

Ello está provocando que los jóvenes que nacieron en el mundo rural vean cada día menos atractivo seguir la estela de sus padres, abuelos y otras muchas generaciones de jornaleros. Al no estar garantizado el relevo generacional -uno de los grandes problemas actuales en las poblaciones rurales- el campo andaluz morirá tal y como lo entendemos hoy. Quedará cada día más en manos de terratenientes o fondos de inversión -con ejemplos ya preocupantes- y otro fenómeno que ya está ocurriendo sin que estemos moviendo un dedo por evitarlo: están arrasando tierras fértiles de olivar para levantar plantas fotovoltaicas que están sustituyendo el bello paisaje del mar de olivos por hectáreas y hectáreas inundadas de placas solares.

Para erradicar esta pescadilla que se muerde la cola, las organizaciones agrarias ponen el acento en que los gobiernos tienen que invertir más en los municipios del interior para que las nuevas generaciones decidan quedarse a vivir en sus pueblos y convertirse en mano de obra rural. De lo contrario, Andalucía empezará, en breve, a sufrir lo que ya padecen sin solución aparente muchas provincias de las castillas y otras comunidades autónomas: la despoblación de la llamada España vaciada. Si no queremos tener una Andalucía vaciada, ya va siendo hora de escuchar un poco más al campo y a la industria agroalimentaria que, no lo olvidemos, es una de las principales patas de la economía andaluza. O actúan ya o lo lamentaremos, como reclaman con enorme sensatez y conocimiento los nuevos líderes de UPA y COAG.

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