Este lunes 23 de junio, Rocío Carrasco y su hija, Rocío Flores, han protagonizado un nuevo y mediático cara a cara en la Audiencia Provincial de Madrid, donde ambas han llegado a primera hora de la mañana para declarar como testigos en el juicio contra la productora La Fábrica de la Tele (actualmente La Osa Producciones).
El litigio, que enfrenta a madre e hija tras años de distanciamiento, gira en torno a la demanda interpuesta por Rocío Flores por la difusión de datos y documentos personales cuando era menor de edad, en el marco del documental 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', emitido en 2021 por Telecinco.
A su llegada al juzgado, la hija de Antonio Flores ha aparecido acompañada de su abogado, con semblante serio, luciendo un vestido lencero blanco y gafas de sol, mientras que su madre ha accedido sola, con la cabeza bien alta, vestida con un elegante traje y tacones.
Las imágenes captadas en la entrada reflejan la tensión y expectación de este reencuentro judicial, en el que ambas partes defienden posiciones opuestas: Rocío Flores ejerce la acusación junto a su letrado, reclamando una indemnización civil de un millón de euros por daños morales y señalando un presunto ánimo de lucro por parte de la productora; la hija de Rocío Jurado, por su parte, comparece como testigo clave en defensa de la productora, que sostiene que la difusión de la información se realizó con su consentimiento como tutora legal de su hija en aquel momento.
El tribunal deberá determinar si existió o no consentimiento válido para la difusión de los documentos judiciales confidenciales relativos a Rocío Flores, así como si la productora incurrió en un delito de revelación de secretos agravado por la naturaleza de los datos y su masiva exposición pública. La resolución de este caso podría sentar un precedente sobre los límites entre el derecho a la información y la protección de la intimidad de los menores en el ámbito mediático.
