Los participantes en la huelga del metal en Cádiz decidieron, tras finalizar la marcha iniciada en la rotonda San Severiano frente a la sede de la Femca a las 11.30 horas, poner rumbo a la sede de UGT para protestar contra el preacuerdo entre patronal y ese sindicato y exigir la dimisión de Antonio Montoro.
La marcha, que había transcurrido sin incidencias y ha reunido a en torno a unas 5.000 personas, puso rumbo a la Avenida Andalucía, con menos participantes, en torno al millar, por Sor Cristina López García, Setenil de las Bodegas y avenida de la Sanidad Pública.
Ante la presencia policial, los huelguistas decidieron dar esquinazo, abandonaron la arteria principal por Parlamento y volvieron posteriormente a la avenida de Andalucía, cortada al tráfico desde hacía más de una hora, entre consignas de “aquí están los obreros del metal”.
Al paso por la Comisaría Provincial, los manifestantes increparon a los agentes.
Finalmente, la marcha llegó a la sede de los sindicatos, donde sí estaban desplegados efectivos antidisturbios, tanto en el acceso del edificio como para evitar la continuidad hasta Puertas de Tierra.
Ante el inmueble, tomó la palabra Antonio Muñoz, en representación de CGT, quien animó a la multitud a corear “Montoro, dimisión”, secretario general de FICA UGT, quien selló el preacuerdo del convenio del metal con Femca, y animar a la calma dada la presencia de menores en la manifestación. De hecho, una niña de apenas cuatro o cinco años tomó el altavoz para dejar claro que los trabajadores no piensan “dar ni un paso atrás en la lucha”.
Manuel Balber, portavoz de la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) dio por finalizada la protesta pidiendo piquetes informativos en los centros de trabajo en el turno de tarde y reanudar la guerra mañana.
