El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que su antiguo aliado Elon Musk está "enfadado" por la eliminación de los incentivos para los coches eléctricos y le ha advertido de que "puede perder mucho más" bajo la actual Administración, hasta el punto de que ha deslizado una potencial expulsión del magnate del país norteamericano.
"Lo miraré", ha asegurado Trump al ser interpelado directamente por la deportación en un breve encuentro con periodistas, horas después de señalar en redes sociales que, sin subvenciones, "Elon probablemente tendría que cerrar la tienda y volverse a casa a Sudáfrica", pese a que Musk también tiene nacionalidad estadounidense.
En este sentido, el presidente ha insistido en que las empresas de su antiguo aliado político se han beneficiado de "muchas" ayudas y el Departamento de Eficiencia Gubernamental, en el que estuvo integrado el propio Musk, "podría tener que volver para comerse" a su antiguo responsable.
Trump ha justificado el giro en relación a las ayudas porque "nadie quiere un coche eléctrico". "Yo no quiero un coche eléctrico", ha apostillado el mandatario, pese a que en marzo compró ante las cámaras un Tesla para tratar de salvar la imagen de la compañía de los exabruptos públicos de su fundador.
Musk, que parecía haber bajado el tono tras la abrupta ruptura con el inquilino de la Casa Blanca, ha respondido en su cuenta de X a una publicación que aludía a la amenaza de deportación para reconocer que ve "tentador" seguir elevando la tensión. "Muy, muy tentador. Pero me abstendré por ahora", ha apostillado.