Una maniobra empresarial realizada en septiembre de 2020 ha reavivado los indicios de un supuesto soborno protagonizado por Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. El foco se sitúa en la adquisición del 20% de la empresa Círculo de Belleza por parte del empresario, por la que pagó casi medio millón de euros tras una revalorización exprés en apenas tres meses.
Según figura en el sumario, consultado por El País, el presidente de Quirón Prevención, Fernando Camino, vendió ese 20% a su esposa por solo 8.000 euros, que ella luego revendió a González Amador el 4 de diciembre de 2020 por casi 100.000. La totalidad de la operación alcanzó los 498.000 euros, una cifra que ha levantado todas las alarmas. “El valor de la participación tuvo un incremento superior al 1.000%”, señala la jueza Inmaculada Iglesias, que ya ha imputado a Gloria Carrasco, esposa de Camino.
Los partidos PSOE y Más Madrid, personados como acusación popular, consideran que esta abultada plusvalía esconde un pago encubierto, posiblemente por las gestiones del novio de Ayuso en la venta de material sanitario a Mape Asesores, sociedad donde también figura Camino. La magistrada y la Fiscalía sostienen que el precio pagado por González Amador no se justifica, ya que la compañía no tenía inmuebles, empleados ni patrimonio relevante. Según los informes de Hacienda, su único activo material eran tres aparatos de estética amortizados hace años y un portátil obsoleto.
Durante su declaración, tanto Carrasco como González Amador trataron de justificar el precio alegando que el valor estaba en una red de contactos útiles para un proyecto de farmacias “covid seguras”. Pero la jueza desconfía: ha encomendado nuevas investigaciones a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
“La declaración de Gloria Carrasco fue ciertamente inverosímil”, critican los letrados de la acusación popular, que han solicitado la imputación de Fernando Camino, aún no investigado formalmente. También han pedido que se cite como testigo a Emilio Conde, director de Grandes Cuentas de Quirón Prevención, por su papel en la facturación a las empresas del novio de Ayuso.
Las piezas del puzle siguen encajando: mientras la facturación de González Amador a Quirón se disparó de 275.000 a más de un millón de euros entre 2020 y 2021, las conexiones entre el empresario y Camino se remontan a 2013, cuando ambos coincidieron en una sociedad panameña. La sombra de la “comisión encubierta” se alarga, y la investigación no ha hecho más que intensificarse.