Una jueza de Bogotá ha anunciado este viernes que ha condenado a doce años de arresto domiciliario al expresidente de Colombia Álvaro Uribe (2002-2010), después de que esta misma semana fuera declarado culpable por soborno de testigos en actuación penal y por fraude procesal, si bien fue absuelto de un cargo de soborno simple, en el marco de un caso que se remonta a 2012.
Además de la pena privativa de libertad, la jueza 44 penal de conocimiento de Bogotá Sandra Liliana Heredia Aranda ha decidido también inhabilitarle durante más de ocho años, mientras que tendrá que pagar una multa de más de 3.444 millones de pesos, equivalente a 2.420 salarios mínimos (alrededor de 720.700 euros), según el fallo.
En la sentencia de más de 1.100 páginas, la jueza ha precisado que, para hacer efectivo el beneficio del arresto domiciliario, Uribe --de 73 años-- deberá pagar una póliza judicial. Además, a las 14.00 horas (hora local) tendrá lugar la nueva audiencia en la que la jueza emitirá la orden de captura contra Uribe.
La defensa de Uribe ya anunció que apelará el fallo, recurso que llegará al Tribunal Superior de Bogotá. El también exsenador ha negado en todo momento los hechos y ha alegado que es víctima de una persecución política.
Heredia ha dictado sentencia condenatoria contra Uribe tras considerar probado que el exmandatario instigó a emisarios para que manipularan a testigos en las cárceles del país con el objetivo de favorecerse con sus testimonios. Según la investigación, el abogado Diego Cadena habría intentado ofrecer beneficios a varios exparamilitares para cambiar su versión sobre supuestos vínculos del expresidente y su hermano, Santiago Uribe, con el paramilitarismo.
El caso comenzó en 2012 cuando Uribe denunció al senador Iván Cepeda, asegurando que este había recorrido las cárceles del país para presentar falsos testimonios en su contra sobre el surgimiento del paramilitarismo en la región de Antioquia.
Sin embargo, tras la aportación de pruebas, varias versiones indicaron que los abogados del expresidente buscaban manipular a testigos para que apuntaran a Cepeda, por lo que este último pasó de acusado a víctima, al contrario que Uribe, demandante, quien se convirtió en investigado.