El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de 36 años y cuatro meses de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Almería a A.M.R., el joven acusado de matar a tiros a un agricultor y de herir gravemente a sus dos hermanos durante un intento de robo en una plantación de cáñamo del paraje Cintas, en el barrio almeriense de La Cañada.
En su fallo, consultado por Europa Press, el alto tribunal desestima el recurso de casación presentado por la defensa del acusado y ratifica íntegramente la sentencia dictada previamente por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ya había rechazado los argumentos del recurrente sobre vulneración de derechos fundamentales y falta de motivación.
Según los hechos probados, la tarde del 30 de septiembre de 2020, A.M.R. accedió armado con una pistola del calibre 22 milímetros al invernadero, acompañado por otros ocho procesados, con la intención de robar una plantación que creían de marihuana, aunque en realidad se trataba de cáñamo industrial.
Una vez en el interior y al percatarse de la presencia de personas, se subió al muro de una balsa de riego y abrió fuego, sin acuerdo previo con el resto de acusados. Uno de los disparos alcanzó en el pecho al agricultor, causándole la muerte por destrucción de centros vitales, mientras que sus hermanos resultaron gravemente heridos, con importantes secuelas.
Durante el juicio, uno de los hermanos reconoció al acusado "sin ningún género de dudas" y afirmó que "sueño con él todas las noches". El jurado también valoró que la trayectoria del disparo mortal, de arriba hacia abajo, era compatible con la posición elevada desde la que el tirador efectuó los disparos.
La versión exculpatoria de A.M.R., que alegó encontrarse en Barcelona por el entierro de su abuelo, fue rechazada al no aportar ninguna prueba que acreditara la coartada.
El Supremo avala las penas impuestas por la Audiencia: 14 años de prisión por homicidio, dos penas de nueve años por homicidios en grado de tentativa cada una, tres años por intento de robo con violencia y empleo de arma, y un año y cuatro meses por tenencia ilícita de armas, todas con la agravante de disfraz al actuar encapuchado.
Además, la sentencia impone al condenado la prohibición de aproximarse o comunicarse con las víctimas durante periodos que oscilan entre los cinco y los 16 años, así como el pago de una indemnización de 254.501 euros a los familiares del fallecido y a los dos heridos. También se acuerda que no podrá acceder al tercer grado penitenciario hasta que haya cumplido al menos la mitad de la condena.
El resto de procesados, que no pudieron sustraer nada al aparecer terceras personas y huir precipitadamente, fueron absueltos de los delitos de homicidio y solo fueron condenados por tentativa de robo con fuerza, con penas que van de los seis a los diez meses de prisión, algunas con la atenuante de confesión o la agravante de disfraz. El jurado no consideró acreditado que portaran armas blancas ni de fuego.