La Audiencia de Málaga ha condenado a dos hombres por intentar matar a los vigilantes de seguridad de una discoteca de la localidad malagueña de Marbella que no les dejaron entrar. Así, uno de los porteros fue alcanzado por los disparos y sufrió importantes secuelas, por lo que deberá ser indemnizado con 285.000 euros.
Los hechos se produjeron, según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, en noviembre 2012, cuando los dos acusados, junto a otro individuo declarado en rebeldía, llegaron en un vehículo a una discoteca de Marbella e intentaron entrar en el citado establecimiento.
Los vigilantes y porteros de seguridad no les permitieron la entrada "por ser conocidos de altercados con clientes en otras ocasiones", por lo que se marcharon "enojados" en el vehículo, a toda velocidad. Una vez iniciada la marcha, decidieron ir a una gasolinera para comprar prendas u objeto para poder ocultar el rostro.
Tras esto, regresaron hacia la discoteca "para dar un escarmiento a los vigilantes de seguridad que no les permitieron la entrada", señala la Sala en la resolución, en la que se apunta que en el camino, una de las pasajeras, aprovechó un semáforo en rojo para bajarse del vehículo, mientras los demás siguieron.
Una vez llegaron a la discoteca, los dos acusados esperaron con el vehículo en marcha para facilitar la huida y el hombre declarado en rebeldía, que iba sentado de copiloto, se bajó, sacó de la guantera del coche una pistola, le colocó un silenciador y comenzó a increpar a los vigilantes, que corrieron para ponerse a resguardo.
Esa persona empezó a disparar "de forma indiscriminada" hacia la entrada, realizando al menos cinco disparos, de los que uno impacto en la zona del costado de uno de los vigilantes. El que disparó se montó de nuevo en el coche, que se fue a toda velocidad hacia Fuengirola, donde fueron localizados.
Como consecuencia de los disparos producidos, uno de los vigilantes sufrió una herida por arma de fuego en la región lumbar derecha y otras lesiones, que le han dejado secuelas como paraplejía lo que le confiere la condición de gran invalidez, con necesidad de ayuda permanente para la realización de las actividades cotidianas.
Por estos hechos, un acusado, el que conducía, es condenado como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa con la circunstancia que atenúa la pena de dilaciones indebidas y se le impone dos años de cárcel y el pago de una indemnización de 285.000 euros --35.000 euros por lesiones y 250.000 euros por secuelas.
El otro acusado es condenado como cómplice del mismo delito, también concurriendo dilaciones indebidas, y se le impone 18 meses de prisión y el pago de una indemnización con carácter subsidiario en concepto responsabilidad civil al perjudicado con esas misma cantidad.
La Audiencia acuerda la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad de 18 meses impuesta a este segundo condenado por un periodo de dos años, condicionado a que no delinca durante dicho periodo, a que cumpla la condición de cuatro meses de trabajos en beneficio de la comunidad y a que satisfaga la responsabilidad civil a la que con carácter subsidiario viene obligado.
A esta sentencia se llega por la conformidad expresada por los procesados y su defensa con la calificación y la pena solicitada por el ministerio fiscal, tanto la narración de hechos como lo expuesto en cuanto al delito, la autoría y la pena a imponer.