El Juzgado de Instrucción 4 de Granada, este jueves en funciones de guardia, ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para los tres detenidos por su presunta responsabilidad en el apuñalamiento de una familia en Armilla (Granada) que acabó con la muerte de un hombre de 31 años y su mujer y sus dos hijos menores de edad heridos.
El juez atribuye a cada uno de ellos un delito de asesinato, tres homicidios en grado de tentativa y allanamiento de morada. Del asunto se hará cargo a partir de ahora el Juzgado de Instrucción número 1 de Granada, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
Los tres arrestados son el hermanastro de la esposa del fallecido, la cuñada de ésta y otro hombre sin parentesco familiar con las víctimas o los arrestados, los tres sordomudos, por lo que los investigadores han precisado de un intérprete de lengua de signos para tomarles declaración en la Comandancia de Granada, donde permanecían desde este martes.
Por otra parte, los dos niños heridos, de 7 y 10 años, evolucionan favorablemente, y ya han salido de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Materno Infantil y del Clínico, respectivamente, y están en planta. Además, el que se encuentra en el Materno, el de menor edad, será trasladado a la habitación donde se encuentra su hermano, para que permanezcan juntos mientras mejoran. Su madre, que también presentaba lesiones por arma blanca, fue dada de alta el mismo martes, han informado a Europa Press fuentes sanitarias.
El suceso tuvo lugar pasadas las 1,30 horas de este martes en el número 35 de la calle Tarragona de Armilla, donde, según los indicios, dos o tres personas irrumpieron armados con un cuchillo de grandes dimensiones y a cara descubierta con la intención de ajustar cuentas con el cabeza de familia, a quien supuestamente presionaron amenazando e hiriendo a sus dos hijos y a su mujer. Tras lesionarlos de gravedad, los asaltantes propinaron una paliza al padre, que después murió degollado.
Los tres arrestados se encontraban en la misma vivienda cuando la Guardia Civil se personó en el lugar para citarlos como testigos. Ya en la Comandancia, y dadas las contradicciones en su testimonio, estas tres personas pasaron de ser consideradas testigos a presuntos culpables de lo sucedido.