Es uno de los más grandes cocineros que ha dado nuestro país. A sus espaldas tiene tres estrellas Michelin e incontables premios gastronómicos. Es la tercera generación de cocineros y ahora su hija ha cogido el testigo.
Juan Mari Arzak está de visita en Marbella, donde pasa unos días de vacaciones en casa de un familiar.
Nuestra ciudad le gusta tanto que ha reconocido, incluso, que se plantea adquirir un inmueble para poder pasar aquí más temporadas.
Pero su pasión por la ciudad le viene desde hace años. A los 30 ya venía a Incosol a hacer curas de adelgazamiento y el Marbella Club era uno de sus lugares preferidos. Es gran amigo de Santiago, con quien se encuentra siempre que viene.
Aprovechando estas minivacaciones la alcaldesa del municipio lo ha invitado al Ayuntamiento, donde ha firmado el libro de honor y donde le ha hecho entrega de la Crónica de Marbella.
De nuestra gastronomía, tiene claro lo que admira: "Las frituras. Nosotros no conseguimos hacerlas igual", ha explicado el cocinero.
Arzak se resiste a quitarse el delantal. Asegura que queda Juan Mari para rato y aunque quiere tomarse ya con más calma el trabajo, seguirá siendo cocinero hasta que el cuerpo aguante. Esa calma le permitirá más escapadas como la vivida estos días. Si finalmente compra una casa en Marbella, lo veremos muy a menudo por aquí.
