El juicio quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de Menores 2 de Sevilla, con un informe en el que la Fiscalía ha mantenido sus peticiones de entre 18 meses de libertad vigilada y cuatro años de reclusión en centro cerrado para los seis chicos, a los que acusa de un delito de lesiones con inutilización de un miembro principal, informacion a Efe fuentes del caso.
Los adolescentes están acusados de una agresión a patadas, puñetazos y botellazos registrada el 12 de octubre de 2007 en la Plaza de España, a raíz de una discusión entre dos pandillas, que dejó a la víctima M. A. S. con traumatismo craneoencefálico, cuatro heridas incisas en la cabeza y otra herida incisa en el brazo que le afectó al músculo y nervio y le impide practicar deportes.
La vista, que se celebró en cinco sesiones, escuchó ayer además el testimonio de los peritos en Neurofisiología que han certificado que la víctima sufre una limitación en la flexión del brazo.
La acusación particular que ejercen los padres de la víctima modificó sus conclusiones y calificó los hechos como un homicidio en tentativa, por lo que elevó su petición a penas de entre dos años y seis años de reclusión.
Por su parte, las defensas pidieron la absolución respecto al primer golpe con una botella en el brazo, por falta de pruebas sobre su autor, y respecto al resto de la agresión cuatro de ellas la reconocieron y dos negaron que su cliente hubiese participado.
Las defensas admitieron una posible condena en su tramo inferior al calificar los hechos como un delito de lesiones con utilización de medios peligrosos pero sin el resultado de haber dejado inutilizado un órgano principal, han añadido las fuentes.
Además, apelaron a las atenuantes de arrebato, embriaguez porque estaban participando en una botellona y reparación del daño, pues han indemnizado a la víctima y en el juicio pidieron perdón.
Respecto a la declaración del lesionado, las defensas dijeron que no puede ser tenida en cuenta porque no reúne los requisitos del Tribunal Supremo de verosimilitud, firmeza y ausencia de motivos espurios.
Además, las defensas denunciaron el "juicio paralelo" que a su juicio ha llevado a cabo la familia del lesionado en la prensa de Sevilla y en sus apariciones en programas de televisión nacionales.
En la primera jornada del juicio, los menores reconocieron con matices la agresión, pero todos ellos expresaron al juez que están "muy arrepentidos" y que "lamentan los perjuicios causados a la víctima y su familia".
Se da la circunstancia de que cuatro miembros de esta pandilla fueron condenados en junio de 2008 a un año de internamiento y ocho meses de libertad vigilada por otra agresión a dos jóvenes a las puertas de una discoteca de la zona de Viapol, cometida dos semanas antes.