Según explicó el presidente vecinal, José Aragón, el programa beneficia a una quincena de personas, que tres veces a la semana reciben la visita de unos cuidadores que les ayudan a bajar a la calle y les acompañan durante un paseo de una hora para que tomen en aire y se relacionen con la gente del barrio. También los acompañan a las distintas actividades que organiza la AVV.
Esta iniciativa se financia gracias a una subvención concedida por la Delegación de Asuntos Sociales del Ayuntamiento y parte de la cuota de los socios. Y es que la contribución municipal no llega a cubrir los tres meses de contrato del servicio, que ronda los 1.000 euros mensuales.
El colectivo está en conversaciones con distintas entidades para obtener más financiación y lograr prolongar este servicio todo el año. Entre ellas, se encuentra Cajasol, La Caixa y la Fundación Octavio Comes, que ya colaboró con la asociación el pasado 2008. Aragón explicó que ya se ha entregado un dossier a estas entidades para acceder a sus subvenciones y tener la posibilidad de ampliar el servicio.